Cardenal Reinhard Marx: “El Papa me dijo: te están mirando. Fue una esperanza y una advertencia”

El cardenal Reinhard Marx, durante una intervención arzobispo de Múnich archivo

Han pasado a unos meses desde que la Conferencia Episcopal de Alemania (DBK) haya renovado su directiva, siendo el cambio más significativo la renuncia a seguir en el cargo de presidente el cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y Frisinga. Purpurado destacado durante el pontificado de Francisco e impulsor determinante del ‘Camino Sinodal’ de la Iglesia en Alemania, desvela en una entrevista, este sábado, a Spiegel el trasfondo de su renuncia a la cúpula del episcopado del país.



“Nunca tuve la sensación de que alguien quisiera derrocarme”, confiesa Marx al hablar de la sucesión en la presidencia de la DBK. “No puedo decir si todos querían hacerlo con la misma intensidad”, señala el que ha sido críticas de los círculos más reacios al estilo y las propuestas de Francisco. “Estaba convencido de que había llegado el momento de cambiar”, rememora al pensar en el anuncio que hizo en febrero de renunciar a presentarte a otro mandato de 6 años –Marx tiene ahora 66–. Poco después, en marzo, sería elegido el obispo de Limburgo, Georg Bätzing.

Un conservador “por sentimiento”

Sobre la imagen que ha proyectado frente a otros perfiles de la Iglesia Católica alemana como el cardenal Gerhard Ludwig Müller, se declara: “Soy un conservador por sentimiento”, aunque le apunten en los listados de cardenales progresistas. “A los 15 años, no me gustaba el hecho de que después del Concilio Vaticano II las antiguas ceremonias e imágenes fueran abolidas en muchos lugares. Las tradiciones son también algo grande”, recuerda en la entrevista. Sin embargo, alejándose de la nostalgia defiende que “la iglesia no debe convertirse en un museo, vive”.

Al respecto, saca a la luz una confidencia de Francisco que le advirtió: “El Papa me dijo: ¡Te están mirando! Lo dijo como un estímulo y una advertencia”. Y es que Marx habla abiertamente de algunas propuestas como la última ofensiva del arzobispo italiano Carlo Maria Vigano criticando la gestión del coronavirus. “Divide y asusta. No veo ninguna razón para creer que mañana estallará la dictadura en nuestro país o que se luchará contra la religión”, señala alejándose de toda teoría de la conspiración.

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