“La puerta de la Iglesia siempre está abierta”

Vicarios de Pastoral analizan en Córdoba la crisis social y económica a la luz de la fe

sacerdote abre la puerta de la iglesia a los fieles

FRAN OTERO | La fe tiene mucho que decir en la crisis social y económica que vive España. Es esta una afirmación que suscribe el obispo auxiliar de Barcelona y presidente de la Comisión de Pastoral de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Sebastià Taltavull, así como el centenar de participantes en las 28ª Jornadas de Vicarios de Pastoral, celebradas en Córdoba a finales de abril bajo el título Acompañamiento pastoral de la crisis social y económica a la luz de la fe.

Un encuentro que abordó la realidad humana, social y eclesial que vive el país en la actualidad de la mano de Enrique Lluch, Juan José Omella, José Luis Segovia, Francesc Torralba y Demetrio Fernández, en la parte teórica, y de la mano de la Comunidad de Sant’Egidio y Cáritas en las experiencias.

“Vivimos una situación muy compleja y preocupante. Más de 6,2 millones de personas sin trabajo, 3.581 más cada día entre los meses de enero y marzo. La tasa de desempleo está en el récord de 27,16% y parece que seguirá aumentando. Desde todos los campos de la pastoral, percibimos esta realidad; la gente acude a la Iglesia porque sabe que, de una forma u otra, encontrará respuesta. Me impresionó mucho la contestación de un joven a quien nadie acogía: ‘Seguro que la puerta de la Iglesia la encontraré abierta”, analiza Sebastià Taltavull en declaraciones a Vida Nueva.

La fe ayuda

De hecho, si hay algo que se puso de manifiesto en las Jornadas de Córdoba es que todas las diócesis tienen la necesidad de dar respuesta cada día al reto de la crisis y que viven en sus carnes tanto sufrimiento. En este sentido, y como continúa el obispo auxiliar de Barcelona, “la fe nos está ayudando a vivir esa realidad con un gran realismo, porque las palabras solas no son suficientes, hay que pasar a la acción inmediata”.

Lo que está claro, y así quedó de manifiesto entre todos los vicarios, es que la crisis es más que económica. Como dice Taltavull, “es una crisis de valores, de sentido, de esperanza, de realización personal, de fe. Las preguntas más radicales provienen de los jóvenes, que ven el futuro muy negro y encuentran muchas dificultades para encontrar una salida satisfactoria a sus inquietudes”.

Y, por ello, estima la necesidad de “un cambio profundo”, un cambio que tiene que ver con la recuperación de la confianza, con una nueva forma de entender y organizar la sociedad, con una mayor referencia al bien común y a una economía de comunión que dé mayores oportunidades.

“La puerta de la Iglesia siempre está abierta”, íntegro solo para suscriptores

En el nº 2.848 de Vida Nueva.

 

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