Camino Cañón: “Lo más importante de la JMJ es el día después”

La presidenta del Foro de Laicos quiere “una renovación desde abajo”

Camino Cañón, presidenta del Foro de Laicos

F. OTERO. Foto: S. CUESTA | “Desde el punto de vista del laicado, creo que es necesaria una renovación desde abajo. Se necesitan nuevos lenguajes, y hablar en futuro, y que se acuñen nuevos términos. Se necesita un nuevo tipo de iniciativas para hacer llegar la buena noticia de Jesús a la gente”. Así lo considera Camino Cañón, presidenta del Foro de Laicos, quien, en este sentido, interpela directamente a la juventud: “Hay que animar a los jóvenes a ser propositivos y no reactivos”.

Camino Cañón ha sido una de las invitadas a los ‘Encuentros Vida Nueva’ que la revista convocó hace unos días para debatir en torno a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que está a punto de comenzar. En su opinión, “las JMJ son referentes de identidad para las generaciones jóvenes y, además, una manera de abrirse horizontes y percibir que la plenitud humana expresada en el mensaje de Jesús va más allá de los contextos culturales y de los problemas de cada contexto”.


Hablando sobre cómo debe prepararse uno para este acontecimiento, Cañón es tajante: “Lo más importante es el día después”. Y desde ahí, argumenta: “Creo que el laicado, y el laicado joven, tiene que aportar con valentía, no tener miedo a ofrecer experiencia… Los jóvenes tienen que arriesgarse a expresar, con el lenguaje juvenil, aquello que realmente apunta a una experiencia de sentido, de renovación y de acogida del Evangelio en la sociedad de hoy”.

“Un horizonte para la regeneración moral y cultural”

Para ella, es importante el hecho de que “la JMJ puede ofrecer un horizonte para la regeneración moral y cultural. Hemos tocado techo en relación a las grandes dos grandes tradiciones morales (utilitarismo y formalismo), y ha llegado el momento en que se está abriendo paso la conjugación de elementos de estas dos tradiciones. Los jóvenes pueden mostrar que no son seres aislados, desvinculados de otras personas ni de su comunidad de origen, sino que justamente tienen vínculos con una gran comunidad universal que es la Iglesia, y ahí hay una tradición moral que hay que recrear, solo desde la experiencia y con nuevos lenguajes”.

“La JMJ –sigue– es una oferta de vínculos y, en este momento, hay mucha gente, muchos jóvenes, sensibles a esto. Desde este punto de vista, puede ser una oferta para los jóvenes, pero también una oportunidad indirectamente para la regeneración”.

‘ENCUENTROS VIDA NUEVA’ CON LA JMJ 2011

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