Tribuna

Mariña Ríos: humanidad hecha servicio

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Hay palabras que a veces no pueden expresar todo lo que uno quisiera, porque no se encuentran los vocablos adecuados o porque por más que uno quiera no acierta a poner en escrito lo que el corazón siente. Lo que hoy escribo va más allá de un simple formalismo. No es agradecer porque toca, sino porque sale de muy dentro, porque el roce de muchos momentos ha permitido sintonizar y desvelar parte de la hondura de una persona, no por su cargo, sino por su humanidad hecha servicio.



Recuerdo los momentos en los que Mariña y yo asumíamos un servicio de manera interina, en un momento en que Luis Ángel de las Heras dejaba de ser presidente, debido a su nombramiento como obispo de Mondoñedo-Ferrol. Y cuando la Asamblea en noviembre de ese mismo año, ratifica a Mariña como presidenta de la CONFER, primera mujer que accedía a este servicio, todos, creo, nos sentíamos embargados por una novedad que sonaba a aire fresco, expectantes ante lo que se abría para la CONFER, como un regalo llegado de parte de los superiores que confiaron en Mariña en noviembre de 2016.

Llena de vitalidad

Una nueva dimensión que empezábamos a vivir, con la ilusión de que estábamos abriendo un camino novedoso, incierto en sus inicios, pero lleno de la sabiduría que daba el poder disponer de una persona, provincial en su momento de la Compañía de María, que llenaba de vitalidad los entresijos de la CONFER.

No. No fue sin más una elección para salir del paso, sino una confirmación de que la CONFER quería ir por ahí, con la novedad que aportaba una mujer como presidenta y con el bagaje de un equipo de CONFER que intentaría recorrer con ella el camino que el Espíritu había depositado en todos. Comenzábamos una nueva etapa y un nuevo camino.

Y con el compromiso vital de su buen hacer, con su palabra acertada cuando se dirigía a la Asamblea y nos trasladaba lo que ella sentía desde muy dentro porque así lo vivía; o cuando su compromiso en las múltiples facetas de la vida de la CONFER se hacía palpable en las reuniones, encuentros, momentos diversos con el Consejo General, el Equipo de Presidencia o con los superiores mayores. En todos esos casos, la presencia de Mariña aportaba seguridad, insuflaba serenidad, nos ofrecía paz y nos impulsaba a seguir en la brecha con sus decisiones compartidas. Había mucho de Dios en ese servicio y así nos lo dejaba traslucir.

Mano firme y constante

Han sido años fecundos en la CONFER durante el tiempo de Mariña como presidenta. Con su empeño ha contagiado al resto de personas, para hacer de la CONFER un espacio de encuentro, de diálogo sereno y abierto, de compromiso con las congregaciones con más dificultades, aprovechando el tirón de presidentes y equipos anteriores y que ella ha sabido conducir con mano firme y constante.

Ahora, Mariña, nos dejas y sentimos tu marcha. Sabemos que te llevas a la CONFER muy dentro y que no dejarás de echar una mano allá donde la propia CONFER necesite de tu persona. Te seguiremos recordando por tu tesón, tu esfuerzo denodado en este proyecto de fortalecimiento que seguimos completando en la CONFER. Y alabamos tu sentido de Dios que dejabas caer en múltiples ocasiones, porque eso daba profundidad a las cosas y a la vida.

Por eso, sin más, pero también porque seguro que me quedo corto, ¡gracias Mariña!


Jesús Miguel Zamora, secretario general de la CONFER

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