Tribuna

Está y… es alianza/salvación colorida

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“La fotografía conserva las huellas cuasi materiales del referente real. Lleva el referente siempre consigo. (…) La fotografía y su referente están pegados el uno al otro” (Byung-Chul, Han, 2020, pág. 91)



Sociedad de filtros

El filósofo y ensayista surcoreano en su obra ‘En el enjambre’, que hemos citado, hace una observación y crítica de la sociedad postmoderna y tecnicista que estamos viviendo, transitando y configurando. En el capítulo de crisis de la representación hace un análisis de la situación actual. Pone como ejemplo a la fotografía que tiene un quiebre de relación con lo que representa. Hasta no hace mucho tiempo las fotografías eran reales o por lo menos, en su gran mayoría, lo que se veía en ella era una representación de la realidad. Actualmente, lo único (en su gran mayoría) real es el filtro o la edición que se le aplica para presentar la realidad. Vivimos y creamos la sociedad del filtro. Y hasta se ha llegado a la imagen infantilizada o que establece como tierno un filtro que a personas reales las transforma en supuestos dibujitos… Casi toda la vida pasa por un filtro digital para ser presentada. ¿Nuestra vida se ha transformada en un filtro?

Alianza cotidiana y variopinta

En el I Domingo de Cuaresma podemos contemplar a Dios que hace alianza y sin filtros. Es una coalición cotidiana que se hace visible, aunque pasen tormentas y aguaceros: y se hace recuerdo en el arcoíris. Este es un fenómeno natural. No necesita filtros para representar…

  • a. Alianza universal

“Este será el signo de la alianza que establezco con ustedes, y con todos los seres vivientes que los acompañan, para todos los tiempos futuros” (Gn. 9, 12). El relato post diluviano narra la alianza que Dios establece y detalla a quienes involucra: a los presentes, a quienes conviven con ellos y a las generaciones futuras. Pareciera que su pacto es universal, cósmico, social y no intimista e individual: es con todos, es hacia otros.

En la pedagogía de Dios, su alianza es una acción redentora: todo lo que él realiza es para la salvación de la creación (personas, animales, lugares, etc.). Una de las notas distintivas que nos presente el texto del libro del Génesis es que él se involucra, recuerda y configura una nueva realidad: ya no somos los seres que habitamos un espacio, somos un nosotros que cuidamos, que nos cuidamos: “Cuidar el mundo que nos rodea y contiene es cuidarnos a nosotros mismos. Pero necesitamos constituirnos en un “nosotros” que habita la casa común” (Francisco – FT, 2020) (#17). Podemos contemplar que hay un Dios que le interesa y cuida todo lo humano: entorno, realidad, pasado, presente y futuro. Pero a su vez, es una acción que involucra al ser humano a ser protagonista de esa transformación salvífica.

  • b. Alianza cotidiana

“Esto será el signo de la alianza”… y es un arcoíris. Pareciera que por momentos la Escritura nos presenta a un Dios que nos descoloca. O que simplemente, no juega a los filtros de la vida. En navidad la señal era un niño recién nacido. En este I Domingo del camino hacia la pascua es un elemento de la naturaleza. Y en Pascua será un sepulcro vacío. Son elementos realidades cotidianas, existenciales.

La presencia de Dios en nuestra vida es cotidiana. Incluso cuando pasamos por nuestras tormentosas existencias o cuando los nubarrones parecen indicar que la tormenta podría llegar a taparnos. ¡ahí está! Y lo cotidiano se hace anamnesis de su presencia.

  • c. Alianza salvífica

“Aquello era también un símbolo del bautismo que actualmente los está salvando” (1ª Ped. 3, 21). El arcoíris es señal de alianza y memoria de y para Dios. El bautismo es un signo sensible y eficaz de la salvación realizada por Cristo. Ser una señal no quiere indicar que es la única manera. ¡es una señal!

En este domingo del camino hacia la pascua pareciera que la iglesia nos recordara que la acción humana colabora con la voluntad de Dios, pero que no la determina ni la suplanta. La salvación proviene de Dios presente en nuestra vida (señales) y que nos hace parte. Es importante esta dimensión para no caer en un jansenismo o virtuosismo estoico, pensando que todo depende de nosotros. Sin embargo, para evitar todo pietismo intimista de encuentro personal con Cristo en donde todo depende él, la salvación es acción presente… quizás por eso en algunas traducciones la escriben en gerundio “está salvando”. Y relacionando la primera y la segunda lectura, esta salvación es cotidiana y se realiza con quienes convivimos (personas, espacios, animales, etc.) y que tiene implicancias con las generaciones por venir.

Es hermoso comenzar la Cuaresma con el arcoíris de la salvación… como señal de la presencia y acción de Dios en la vida cotidiana, cósmica (universo) y fraternal.

Tiempo de salvación

  • a. Cambio de paradigma

Es común escuchar y ver en este tiempo litúrgico invitaciones a la reconciliación, al ayuno y a la limosna, insistir en una preparación para ser dignos de la misericordia o para participar dignamente de los sagrados misterios… El evangelio de este I Domingo de Cuaresma (Mc. 1, 12 – 15), comienza con “el tiempo cumplido” porque el Reino está cerca. Pareciera que la conversión es fruto de una cercanía mas que de un esfuerzo humano y egocéntrico, ella es resultado de la presencia de quien nos redime y no tanto de nuestro compartir cenizas o de caras en ajíes en vinagre. La conversión se presenta como una adhesión al Reino y su Evangelio… ¡y sin filtros! “El reino está cerca, conviértanse y crean en el Evangelio”.

Jesús nos propone una acción conjunta entre cercanía, conversión y creer. Podríamos establecer ahí una triada cuaresmal. Es decir, la conversión como respuesta a la cercanía, adhesión al proyecto de liberación y salvación de todos como nos propone el Nazareno. Y así dejar de lado la propuesta de la conversión como un sacrificio individualista que busca una beneficencia o premio para uno mismo o “para que yo” pueda hacer tal o cual cosa.

  • b. Un Dios viandante e involucrado

Marcos (1, 12 – 15) narra y presenta la imagen de un Dios que anda a pie, que se pone en camino para proclamar su propuesta. Es una escena muy significativa para contemplar. Mientras los líderes del mundo y de instituciones, estructuras, partidos políticos, gubernamentales y hasta religiosas hacen referencia al “vayan, hagan,” como dando órdenes sin involucrarse… Aquí hay un redentor que es viandante, que camina junto a los demás, que hace camino caminando. Es un Dios que ama los gerundios no el imperativo.

Francisco, Obispo de Roma, en la canonización de Mama Antula utilizó este vocablo haciendo referencia a que “Ella fue una viandante del Espíritu. Recorrió miles de kilómetros a pie, atravesó desiertos y caminos peligrosos para llevar a Dios” (Francisco – Homilía, 2024).

  • c. Miércoles de sonrisas

El día 14 de febrero en el calendario litúrgico se celebró el miércoles de ceniza dando inicio al tiempo de Cuaresma. Por lo general esta celebración trae aparejada varias cuestiones que en esta columna serían largas de detallar. Sin embargo, hay una dimensión que nos parece fundamental resaltar. El miércoles de ceniza y Cuaresma son secundarios.

En primer lugar, porque ambos se establecen de manera derivada. Es decir, ellos tienen un inicio y un fin por otra cuestión o principio que le da origen: la Pascua. En segundo lugar, porque no están orientadas a si mismas, sino que están proyectadas a quien les da sentido: la Pascua. En definitiva, decir que son secundarias, no quieren decir que no tengan su valor. Simplemente que están previo, se orientan y nutren desde la Pascua y que, por lo tanto, de ella tienen su existencia.

Queremos hacer esta aclaración porque seguramente ya comenzaron los mensajes de conversión, de sacrificio, de ayuno, de oración, de limosna y la iconografía clásica de la ceniza en la frente en forma de cruz, etc. Estos son importantes en tanto y en cuanto surjan desde la iniciativa de Dios: la cuaresma existe porque está la Pascua. La cuaresma no crea a la Pascua ni la supera, solo nos prepara desde un amor recibido, para ser viandantes de la vida en abundancia y brindar el evangelio que nos ha sido dado, para que otras personas y sus realidades se descubran amadas y encuentren en Jesús, el Pastor bello, el gusto y la alegría de vivir.

La cuaresma y el miércoles de ceniza nos recuerdan que del amor venimos y a él volvemos… Y quizás en este año 2024, que justo se celebra en el día de los enamorados, la vida nos brinda una oportunidad para recordar que hay un Dios que está amando de la humanidad y que es “viandante” a nuestro lado. Es un Dios que ama… ¡y sin filtros!

Año de la oración

  • a. Está

“Estoy, vivo y trabajo continuamente en la presencia de Dios, puedo vivir y organizar mi vida a la luz de la fe confiada” (Küng, Hans, 2018, pág. 82). En el inicio de este camino hacia la pascua, la oración nos recuerda y orienta a vivir y convivir nuestra existencia fraterna con esta experiencia: Dios está, estamos siempre en su presencia.

Plegaria

Trinidad Santa, tu que eres viandante
Gracias caminar junto a la vida de la humanidad, por acompañar y recordarnos que siempre vivimos en tu presencia.
Gracias por orientar nuestros tiempos, celebraciones y acciones desde el amor Pascual.

Tu que eres alianza y salvación,
te pedimos que estos caminos nos sigan recordando que tu ternura y misericordia son eternas, que sos buena
y que nos enseñas a caminar como Jesús: liberando y coloreando la existencia.
que la Pascua por venir, nos impulse a ser una comunidad “sin filtros”, y que propone tu alianza sin trueque,
que vivamos tu propuesta de salvación de manera amplia, cósmica y universal.
Te damos gracias por Mama Antula, y que ella nos impulse a ser viandantes hacia la Pascua.

Bibliografía

Byung-Chul, Han. (2020). ‘En el enjambre’. Lanús – Argentina: Herder.
Francisco – ‘Fratelli tutti’ (03 de octrubre de 2020).
Francisco – Homilía. (11 de Febrero de 2024).
Küng, Hans. (2018). ‘La oración y el problema de Dios’. Madrid: San Pablo.