El Vaticano mantiene el equilibrio en sus cuentas durante 2022

La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica presenta su balance económico del año pasado, en el que ha aportado más de 32 millones de euros para cubrir las necesidades de la Curia

La Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) ha hecho sus cuentas. El organismo económico vaticano en 2022  –es el tercer año consecutivo que se presentan– aportó 32,27 millones de euros para cubrir las necesidades de la Curia Romana según su balance anual. Una cantidad que hace que se mantenga dentro de los presupuestado ya que se corresponde con los gastos establecidos desde la Secretaría para la Economía. Este equilibrio es una buena noticia a pesar de que hay que tener en cuenta los efectos de la crisis pandémica y la incertidumbre derivada de los conflictos en curso.



Transparencia y confianza

Para Nunzio Galantino, presidente de la APSA, estos resultados “alimentan una ambición: arrojar luz sobre un ámbito, el de la administración y la gestión, que se nutre de competencia, lealtad y transparencia; pero también de confianza, como afirmaba ya en el siglo XVIII el gran economista Antonio Genovesi”. En el balance se destaca el importe pagado por APSA en concepto de impuestos directos e indirectos derivados de la gestión y posesión de bienes inmuebles en territorio italiano por lo que se pagaron casi 9 millones de euros, más de la mitad por inmuebles de la propia entidad.

“La transparencia de las cifras, de las realizaciones y de los procedimientos definidos es uno de los instrumentos de que disponemos para disipar, al menos en quienes están libres de prejuicios, las sospechas infundadas sobre el alcance de los bienes de la Iglesia, su administración o el cumplimiento de los deberes de justicia, como el pago de los impuestos debidos y otras exacciones”, reclama Galantino. En este sentido recuerda que la entidad, a través de “procedimientos comprensibles, eficaces y transparentes, APSA está llamada a contribuir a la misión evangelizadora de la Iglesia” en cuestiones como la reputación o la credibilidad.

Gestión inmobiliaria

La entidad, en el lado positivo, destaca que las cifras del resultado de la gestión inmobiliaria muestran un aumento de 32 millones de euros en comparación con 2021. A esto hay que sumar las tareas de  la Oficina de Inversiones de APSA en valores con “impacto social comprobado”. Para ello se han impuesto criterios de prudencia y nunca especulativos, caracterizándose por “un correcto equilibrio entre riesgo y rentabilidad a medio y largo plazo, favoreciendo una asignación prudente de activos”, según su presidente. Así, en 2022 se vio “más conveniente una asignación estratégica conservadora de la cartera, caracterizada por una exposición limitada a la renta variable (en torno al 25%, incluido el componente de activos alternativos)” y “una reducida madurez media del segmento de obligaciones de unos 4/5 años y un elevado nivel de liquidez de precaución”, según recogen los medios vaticanos.

Así, el resultado de la gestión de valores fue de -6,7 millones de euros, frente al resultado positivo de 19,85 millones de euros obtenido en 2021. También aumentaron los gastos de explotación, que pasaron de 10 a 13 millones de euros. Las inversiones financieras gestionadas por APSA ascendían a aproximadamente 1.777 millones de euros a 31 de diciembre de 2022, e incluyen tanto la gestión de la propiedad como la gestión de terceros (entidades de la Santa Sede o relacionadas con ella). APSA también gestiona otras actividades.

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