El Vaticano felicita el Diwali animando a cristianos e hindúes a convertirse “artesanos de la paz”

La celebración, que dura tres días, comenzará el próximo 12 de noviembre

El festival de Diwali lo celebran todos los hindúes y se conoce como Deepavali o “hilera de lámparas de aceite”. Fundada simbólicamente en una mitología antigua, representa la victoria de la verdad sobre la mentira, de la luz sobre la oscuridad, de la vida sobre la muerte, del bien sobre el mal. La celebración en sí dura tres días y marca el comienzo de un nuevo año, la reconciliación familiar, especialmente entre hermanos y hermanas, y la adoración a Dios.



Este año, muchos hindúes celebrarán la fiesta el 12 de noviembre. Y, por este motivo, el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso ha hecho llegar a la comunidad hindú un mensaje con el tema: ‘Cristianos e hindúes: construyamos la paz en la verdad, la justicia, el amor y la libertad’.

En el mensaje, firmado por el prefecto de dicho Dicasterio, el cardenarl Miguel Ángel Ayuso Guixot, se recuerda que este año se cumple el 60 aniversario de Pacem in Terris (Paz en la Tierra), la Carta Encíclica del Papa Juan XXIII. Y es que, “en 1963, cuando el mundo estaba profundamente perturbado y al borde de una guerra nuclear, ese Documento hizo un llamado oportuno, apasionado y muy necesario a los líderes y pueblos del mundo para que trabajaran juntos por la paz, y los instó a encontrar soluciones amistosas a los problemas”.

Amistad social

“La enseñanza de Pacem in Terris ha dado lugar”, continúa el mensaje, “a una mayor conciencia entre la gente de todo el mundo –aunque en diversos grados– de la necesidad de respetar la dignidad trascendental de las personas, sus derechos legítimos y su responsabilidad compartida de trabajar por el bien común con espíritu de solidaridad”. “Sin embargo”, subraya, “la plena realización de su profecía de paz sigue siendo un sueño lejano, que sólo puede realizarse mediante esfuerzos de colaboración por parte de hombres y mujeres de todas las tradiciones religiosas y de todos los sectores de la sociedad. Estos esfuerzos deben continuar y lograr mayores avances”.

En este sentido, el Dicasterio asevera que “el diálogo interreligioso posee un gran potencial para fomentar la confianza mutua y la amistad social entre comunidades interreligiosas”. Por lo tanto, “corresponde a las religiones y a los líderes religiosos esforzarse por alentar a sus seguidores a ser personas cuyas vidas estén moldeadas por la verdad, la justicia, el amor y la libertad”.

“Como creyentes y líderes de nuestras respectivas religiones, con convicciones comunes y un sentido de responsabilidad compartida por el bienestar de la humanidad, que nosotros, cristianos e hindúes, nos esforcemos sinceramente por convertirnos en artesanos de la paz”, apunta. “Uniendo nuestras manos a los seguidores de otras tradiciones religiosas y a todas las personas de buena voluntad, ¡trabajemos juntos para construir nuestro mundo sobre los cimientos duraderos de la verdad, la justicia, el amor y la libertad, para que todos puedan disfrutar de una paz genuina y duradera!”

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