Con el lema ‘Celebrando la vida y el legado del Cardenal Jorge Medina Estévez‘, la Academia de Líderes Católicos realizó un emotivo acto de homenaje en la sede de la Universidad Finis Terrae, en Santiago, a quien fue uno de sus fundadores.
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El acto se inició con la acogida del dueño de casa, Cristián Nazer, rector de esa universidad, seguido por el saludo del nuncio apostólico en Chile, Alberto Ortega, quien destacó el servicio eclesial de Medina y sus funciones y tares en la Santa Sede. Luego, un video mostró aspectos variados de la vida del cardenal.
El homenaje contó con exposiciones de tres obispos. El obispo de Santa María de Los Ángeles, Felipe Bacarreza, muy cercano amigo de Medina, expuso una emotiva biografía del cardenal, matizada con anécdotas y recuerdos.
A continuación, Guillermo Vera, obispo de Rancagua, diócesis para la que Medina fue hecho obispo y fue su pastor por 8 años, mostró su labor pastoral en esa diócesis, a través de los relatos que ha conocido desde el clero que tuvo al cardenal Medina como su pastor y de los frutos que aún perduran en esa iglesia local.
También obispo de la otra diócesis que tuvo el cardenal a su cargo, Valparaíso, Jorge Vega, expuso otras de sus dimensiones pastorales y rasgos de su personalidad.
Fundador
Cerró las presentaciones el director general de la Academia de Líderes Católicos, José Antonio Rosas, destacando los inicios de esta Escuela de Líderes que tuvieron a Medina y al mismo Rosas, como fundadores y primeros impulsores de programas de formación en Chile, que se expandieron por el continente y actualmente están presentes en 40 diócesis de 13 países, con más de 40 mil egresados de sus cursos de formación.
Esta rica variedad de relatos de experiencias vividas con el cardenal, o conocidas desde quienes compartieron su servicio pastoral, fueron construyendo un recuerdo íntimo, emotivo y profundo de la personalidad y el servicio pastoral del cardenal Jorge Medina.
Familiares, amigos, compañeros de estudios, entre los participantes pudieron compartir breves recuerdos de sus vivencias con el Cardenal, entre ellos su médico personal y amigo por casi 50 años.
El acto concluyó con una oración de agradecimiento a Dios por la vida y el servicio del cardenal Medina a la Iglesia, presidida por el obispo Bacarreza.
