Redactor de Vida Nueva Digital y de la revista Vida Nueva

¿Por qué visitará Francisco Hungría y Eslovaquia?


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El congreso

El papa Francisco ha dosificado muy bien los lugares europeos que ha visitado a lo largo de su pontificado. Su opción por las periferias le ha llevado, fundamentalmente, a visitar países de minoría católica. Ahora, la clausura del Congreso Eucarístico Internacional que se ha pospuesto desde 2020 en Budapest es la excusa perfecta para visitar Hungría y Eslovaquia. Ante este viaje se ha encomendado a las oraciones de los peregrinos que se han juntado este domingo, 4 de julio, para rezar el ángelus, en la Plaza de San Pedro.



A partir de estas palabras, el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha precisado que “por invitación de las Autoridades Civiles y de las Conferencias Episcopales, el domingo 12 de septiembre de 2021, el papa Francisco viajará a Budapest con ocasión de la Santa Misa conclusiva del 52º Congreso Eucarístico Internacional; posteriormente, del 12 al 15 de septiembre de 2021, viajará a Eslovaquia, visitando las ciudades de Bratislava, Prešov, Košice y Šaštin”.

La web del 52º Congreso Internacional ya indica esta fugaz visita del papa Francisco a la capital húngara. Francisco presidirá la misa a las 11:30 h. en la Plaza de los Héroes de Budapest, poniendo fin a más de una semana de actos y testimonios, a la que precederá un simposio teológico en Esztergom. 25 años después de Juan Pablo II, un Papa vuelve a Hungría.

El cardenal Péter Erdő, primado de Hungría, apuntó que “la comunidad de los creyentes católicos están esperando con gran esperanza y gran alegría la llegada del Santo Padre”. Esperan que “su visita sea una señal de esperanza y de un nuevo comienzo para nosotros con la atenuación de la pandemia”.

El terciopelo

Tras la visita relámpago a Hungría –como ocurrió en el viaje a las instituciones europeas en Estrasburgo, el pontífice visitará el Congreso Eucarístico y no tanto el país que lo acoge evitando así fotos polémicas como podría ser una recepción con el denostado primer ministro, Viktor Orbán–, el papa Francisco podrá en foco internacional en Eslovaquia, un pueblo que ha ido recuperando su identidad tras la caída del bloque soviético. Antes, la región había formado parte del Imperio austrohúngaro o en 1939 llegó a tener a un sacerdote católico como presidente defendiendo sus intereses frente a las amenazas de soviéticos y alemanes –estos últimos se harían con el poder unos años hasta casi el Pacto de Varsovia–. Los odios más radicales se templaron para a través de la pacífica Revolución de Terciopelo configurarse como la nación que es hoy, que incluso forma parte de la Unión Europea.

El arzobispo de Bratislava y presidente de la Conferencia Episcopal Eslovaca, Stanislav Zvolenský, ha acogido con alegría la oficialidad e la noticia de la visita papal. Francisco, destacó, “llega en relación con la solemnidad de nuestros santos Cirilo y Metodio, heraldos de la fe. Fueron ellos quienes nos enseñaron a respetar al Papa. Y ahora podremos dar la bienvenida al Sucesor del apóstol Pedro en Eslovaquia, para recibirlo entre nosotros”, recoge la versión española de Vatican News. “Creo que podemos esperar un gran fortalecimiento espiritual”, sentencia.

La pandemia se ha llevado en Eslovaquia prácticamente dos gobiernos, la economía está paralizada por que la industria del país ha sufrido la pandemia enormemente, la evolución del virus ha hecho estragos en la contención de las últimas variantes…  parece que Francisco puede llevar algo de ánimo y esperanza a esta región eslava en la que se mantiene viva la herencia de los hermanos Cirilo y Metodio.