Gestionar con la conciencia tranquila


Compartir

Para empezar

Una buena gestión no debería estar enfocada en la maximización de la rentabilidad sino que debería orientarse a cubrir los requerimientos o necesidades de la institución para el corto/medio/largo plazo. Y no solo eso, sino que se debe gestionar atendiendo a criterios éticos, con coherencia, haciendo que las inversiones y decisiones que se tomen cumplan los valores por los que debe regirse la institución. Por ello, hay que preguntarse en qué medida nuestras inversiones están contribuyendo a cumplir con esos objetivos de la misión.



Por dónde nos movemos

En los últimos años, la tendencia de inversión sostenible, social o ética está teniendo un auge importante en el sector financiero. La concienciación es tal que se han lanzado fondos con filtro ético, capaces de cambiar determinadas decisiones estratégicas en las empresas por otras más sostenibles.

Pero, ¿todo lo ético es apropiado? Claramente, no. Una selección ética y/o sostenible añade valor a la cartera y no incurre en mayores costes, pero no se debe invertir en aquello que, aún cumpliendo nuestros principios, no encaja con las necesidades propias de la institución. Por ejemplo, una inversión puede ser adecuada éticamente al invertir en un fondo de infraestructuras, pero dicha inversión produce una iliquidez por un elevado periodo de tiempo. Inversión ética vs poco apropiada.

¿Y es ético todo lo conocido? Por norma general, invertir en grandes empresas siempre inspira seguridad y confianza, todo lo conocido se percibe como apropiado, pero, esto tampoco es así: no son pocas las corporaciones con nombres más que conocidos que utilizan mano de obra infantil en el campo, entidades que financian grupos terroristas o la fabricación de armas, farmacéuticas que actúan en contra de la vida humana…

Qué dice la Iglesia

En su intención de oración de mayo, el Santo Padre pide que “las finanzas sean instrumentos de servicio, instrumentos para servir a la gente y cuidar la Casa común” y reza para que” los responsables del mundo financiero protejan a los más necesitados”. Porque, como dijo el Papa en Laudato si’, “los poderes económicos continúan justificando el actual sistema mundial, donde priman una especulación y una búsqueda de la renta financiera que tienden a ignorar todo contexto y efectos sobre la dignidad humana y el medio ambiente”.

Cómo lo aplicamos

ETS-Alveus, siguiendo los cuatro principios fundamentales de la Doctrina Social de la Iglesia, aplica un filtro ético en todo el universo de activos que son susceptibles de ser incluidos en las inversiones. Los principios son:

  • La ley natural.
  • El bien común.
  • La familia.
  • La dignidad humana.

Estos a su vez se traducen en nueve criterios de evaluación:

  • Violencia hacia la vida humana e instrumentalización de la procreación.
  • Violación de los derechos de los trabajadores.
  • Manejo, desarrollo, producción y venta de armas.
  • Participación en la industria de la pornografía.
  • Incitación al uso inmoderado del alcohol, el tabaco o el juego.
  • Abuso de los recursos naturales.
  • Fraude, lavado de dinero, corrupción y actividades ilegales similares.
  • Promoción de valores no cristianos.
  • Complicidad con gobiernos injustos.

Una herramienta interna aplica el filtro ético a un amplio universo de inversión que, por medio de un código de colores, devuelve qué activos tienen evidencias y tienen que ser eliminados, qué activos pueden ser sospechosos y deben ser analizados en profundidad o qué activos están libres y son aptos para la inversión. Todas las medidas se tomarán siempre primando el beneficio de la cartera: en caso de que un activo en cartera deje de cumplir y tenga que ser eliminado, se procederá a hacerlo de forma ordenada y disciplinada.

Desde la realidad

El tratamiento de los datos no es tarea fácil. Hay que manejar una gran cantidad de información y a la vez hacer un profundo análisis de las inversiones, y no es posible a no ser que se tengan aplicaciones informáticas, herramientas y proveedores especializados. Estas herramientas ayudan a cribar de forma totalmente objetiva el universo de inversión. En esta etapa, las sorpresas están aseguradas.

El análisis de acciones y bonos, dentro de su complejidad, resulta más sencillo de llevar a cabo que el de fondos o ETFs, donde mirar los componentes puede suponer una ardua tarea, en muchos casos imposible, al no disponer de la información necesaria.

Un servicio ofrecido por:

alveus

Lea más: