Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

Acercar para promover el empleo y la economía local


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Acercar la producción al lugar donde se consume el bien tiene otras ventajas que debemos tener en cuenta y que hemos aprendido en estos días de la plaga. Porque hemos tenido que comprar mucho material en el extranjero. Esto quiere decir que el dinero ha salido de nuestro país y ha creado riqueza en otros lugares del mundo. Algunos dicen que esto es mejor porque hace que nos salga más barato y podemos utilizar nuestros recursos ahorrados para otras cosas.



Pero si en lugar de eso (a pesar de que hubiese salido algo más caro) se hubiese podido comprar en el país, hubiera habido muchas personas que podrían haber cobrado sus salarios gracias a esta producción extra que habrían tenido que afrontar sus empresas. Eso les habría permitido a su vez comprar más en nuestro país y habría generado mucha más riqueza interna que de otra manera se ha ido al extranjero. Los efectos multiplicadores de comprar cerca de casa son elevados, ya que permiten la circulación del dinero dentro de un área determinada.

Por ello, tener la producción cerca, en nuestros propios lugares propicia que el dinero generado en el interior no tenga que salir fuera de nuestras fronteras con el riesgo añadido de que no vuelva. Cuando compramos a los que tenemos cerca les hacemos ganar dinero a quienes luego pueden comprarnos a nosotros. La circulación del dinero y de los negocios en el interior de las fronteras promociona el desarrollo nacional y regional.

trabajador fruta

Tener las empresas que nos venden cerca produce una generación de empleo que favorece a las personas que viven en la zona. Esa es la razón por la que muchos países y regiones pugnan para que las grandes empresas se asienten dentro de sus fronteras. Quieren (y saben) que eso va a generar creación de empleo en sus regiones.

Si cambiamos el sistema de producción de modo que tengamos esas industrias o empresas de menor tamaño pero que ya están cerca de nosotros, esto nos permitirá mantener unos niveles superiores de empleo. Aquellos países que ya lo hacen así con un tejido importante de medianas empresas, alcanzan unos niveles de desempleo mucho menores.

Por último, este modelo permite mejorar la confianza y la seguridad en los intercambios. En la medida que la empresa está cercana a sus clientes, las relaciones comerciales pueden basarse en esa confianza que da la relación establecida con quien tenemos cerca. La seguridad en el bien que recibimos, en sus características, en las fechas de entrega, etc. aumenta. Las relaciones económicas son más fáciles de establecer en clave de colaboración y mutualidad.