Autores

Valmore Muñoz Arteaga

Recuperar el universo simbólico

El hombre es un ser simbólico. Cuando somos testigos de vidas que se consideran vacías y sin finalidad alguna, podemos estar presenciando a un ser humano extraviado de su universo simbólico.

Pero ¿qué es el Hombre?

El ser humano, hombre y mujer, es dignidad, una que ha sido tejida directamente por un designio del amor de Dios, puesto que, por haber sido hecho a imagen de Dios

¿Dónde estás, hombre?

El pensamiento bíblico es un pensamiento siempre abierto que va destejiéndose y volviendo a tejerse en el conocimiento dialógico entre Dios y el hombre.

Diálogo y verdad

Jesucristo fue un ser dialogante. Cuando repasamos los evangelios lo podemos comprobar con facilidad transparente. San Francisco de Asís, vida con sabor a Evangelio, fue un ser dialogante que “invita a un amor que va más allá de las barreras de la geografía y del espacio”.

Chiara y la pedagogía de la unidad

La pedagogía de la unidad en Chiara Lubich contempla afirmativamente la unicidad de la Palabra de Dios, que es Palabra de Vida, que se hace experiencia en un mundo muchas veces impregnado de verbalismo.

Meditación sobre la fe

Nuestra relación con Dios debe estar desprovista de todo cálculo. Ningún hombre se salva por los méritos de nuestras obras, ya que siempre serán muy pobres, mucho menos por la sola fe sin obras.

Meditación sobre la caridad

La caridad, afirma Rosmini, es Dios viviente entre nosotros. Dios, como caridad subsistente en nosotros, es nuestra caridad.

Meditación sobre la esperanza

En la Audiencia General del 11 de noviembre de 1998, el papa Juan Pablo II explicó que San Pablo subraya el vínculo íntimo y profundo que existe entre el don del Espíritu Santo y la virtud de la esperanza.

El hombre y el horizonte

En la perseverancia de todo ser humano se puede evidenciar algunas veces que el don de la Salvación es eterno y por este motivo los creyentes deben de persistir en su compromiso de fe, existan las circunstancias que existan.

Eucaristía, el don por excelencia

En la carta encíclica 'Ecclesia de Eucharistia', san Juan Pablo II nos plantea que la Iglesia recibió directamente de Cristo la Eucaristía, no únicamente como un don entre tantos otros, sino como "el don por excelencia", porque es un don en sí mismo, de su persona en su santa humildad y, además, de su obra de salvación.