Con motivo de la fiesta de San Juan de Ávila, el ‘ministro’ vaticano del Clero escribe una carta a los presbíteros pidiendo “manos largas con los desconsolados y pobres”
“El testimonio de los sacerdotes muertos por coronavirus es un buen antídoto contra la tentación de utilizar egoístamente el ministerio sacerdotal”, avisa el prefecto