Los rezos de Zapatero

(Ángel García Rodríguez, O.SS.T.- Málaga) El 4 de febrero veremos a nuestro presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en un acto religioso rezando junto a Barack Obama, presidente de los Estados Unidos. Y yo me pregunto: alguien, al que todos ven poco devoto de Dios y de la Iglesia, ¿cómo rezará? ¿Será una oración sentida que le salga del corazón? ¿Por quién le pedirá a Dios? ¿O quizás sea ese Desayuno Nacional de Oración sólo un pretexto político para hacerse la foto con Obama? Parece que, como le dijeron hace unos días a nuestro presidente, “Obama bien vale una misa”.

Me imagino que para participar de ese encuentro, nuestro presidente habrá hecho algún curso rápido de oración y también se habrá acercado a rezar a una de nuestras iglesias para prepararse espiritualmente. Desde esta tribuna quiero recordarle a nuestro presidente que orar es hablar con Dios, es confiar en esa fuerza espiritual que todos llevamos dentro.

También quiero decirle con toda confianza que “la oración y la Iglesia forman parte de la vida, como la comida”. En ese Desayuno de Oración, mientras usted reza con Obama, no se olvide, señor presidente, de recordar que todos tenemos un Padre que cuida de nosotros.

Dios nos ayuda también cuando nos equivocamos y, sobre todo, nos ilumina a rectificar los errores que atentan contra la vida. Y es que rezar es hablar con el Dios de la vida que vive en el corazón de cada ser humano desde su gestación en el vientre de la madre hasta su muerte.

Recemos por el éxito de ese Desayuno de Oración al que ha sido invitado personalmente nuestro presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Recemos sobre todo para que el Espíritu de Dios descienda sobre los que van a participar en ese encuentro de oración y descubran que las personas y ciudadanos están por encima de los intereses políticos y económicos.

Como comentaba Jesús Sánchez Adalid en su columna de Vida Nueva: “Qué fuerza no tendrá el poder de Obama que incluso a éste Zapatero nuestro es capaz de ponerlo a rezar” [nº 2.692].

Finalmente le diría a José Luis Rodríguez Zapatero que en ese desayuno y encuentro de oración abra bien sus ojos y aprenda un poco de Obama. Pues como ve usted, señor Zapatero, la oración, la fe y la Iglesia no están reñidas con el progreso y el desarrollo de los pueblos. Los cristianos creyentes intentamos ser coherentes y no hipócritas que utilizan a Dios, la religión y la misma oración para otros intereses sociales, económicos y políticos.

No es ético ir por la vida “con Dios rezando y con la política machacando”.

En el nº 2.693 de Vida Nueva.

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