Crece el número de refugiados en el mundo: 43 millones de personas

Además, en lo que va de año, han muerto más de 1.800 migrantes en el Mediterráneo

Un campamento de refugiados en la frontera entre Libia y Túnez

M. GÓMEZ | Según el ACNUR a finales de 2010, 43,7 millones de personas habían dejado sus hogares, siendo la cifra es la más alta de los últimos 15 años. Por si fuera poco, el cambio de la estructura geopolítica en los países del Norte de África y el conflicto de Libia han llevado a muchas personas a embarcarse en travesías marítimas peligrosas. Así, en los cinco primeros meses de 2011 han fallecido 1.820 personas en el mar Mediterráneo. Los datos los ha difundido la Agencia Fides con motivo de la Jornada Mundial del Refugiado, que se celebra hoy, 20 de junio. También el Servicio Jesuita a Refugiados denuncia la situación.

Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, a finales de 2010, 43,7 millones de personas se habían visto obligadas a dejar sus hogares huyendo de conflictos, persecuciones o violaciones de Derechos Humanos, lo que la convierte en la cifra es la más alta de los últimos 15 años. El dato se desprende del informe Tendencias Globales 2010, que ha hecho público ACNUR coincidiendo con el Día Mundial del Refugiado.

De estos casi 44 millones de personas, 15,4 millones son refugiados en otros países; 27,5 millones son desplazados en sus propios países; y 837.500 esperaban, en diciembre de 2010, que se resolviesen sus solicitudes de asilo.

Además, 15.500 menores no acompañados o separados de sus familias cursaron una solicitud de asilo en 2010, la mayoría, procedente de Afganistán y Somalia. Las mujeres y niñas suponen el 47% de los refugiados y solicitantes de asilo, y la mitad de los desplazados y retornados.

El drama es incluso peor al hablar de las personas que ni siquiera han podido recalar en otros países. La Agencia Fides, órgano de información de las Obras Misionales Pontificias, denuncia que, a raíz de la inestabilidad en los países del Norte de África y Oriente Medio, miles de personas que intentaban escapar han perdido la vida en el mar: son 1.820 personas en los primeros cinco meses de 2011, que se suman a los 17.597 fallecidos desde 1990 en viajes a lo largo de las fronteras de Europa.

“El balance [de 2011] es, probablemente, mucho más trágico si tenemos en cuenta a aquellos que estaban a bordo de barcos de los cuales no se han tenido noticias y que nunca han logrado llegar a la costa italiana”, refiere la agencia de noticias.

Túnez y Libia son los países desde donde se han originado los principales flujos de migrantes por mar. En la ruta de Libia se ahogaron 1.633 inmigrantes subsaharianos.

Mensaje de los obispos africanos

“En la víspera de esta jornada tan importante para nuestros hermanos y hermanas que se han visto obligados a huir por la fuerza, la comunidad católica celebra la solemnidad de la Santísima Trinidad, y es una buena oportunidad para reflexionar sobre nuestra actitud como comunidad hacia los refugiados”, apuntan los obispos de África del Sur.

Refugiados afganos

En nombre del Grupo de Trabajo para los Migrantes y Refugiados de las Conferencias Episcopales de Sudáfrica, Botswana y Swazilandia (SACBC), el obispo Frank Nubuasah señala que esta Jornada Mundial no solo “pone de relieve las injusticias que la comunidad humana ha hecho a sus miembros”, sino que “celebra también las contribuciones positivas que se han realizado para con los refugiados y las comunidades de migrante”.

Nubuasah, vicario apostólico de Francistown (Botswana), 
pide a las comunidades católicas de África del Sur que hagan un examen de conciencia sobre cómo son recibidos los refugiados que viven en sus países y reclama: “Cada persona debe hacer todo lo posible para unirse contra el mal de la xenofobia y para llevar a cabo la construcción de una comunidad de amor”.

Llamamiento de Benedicto XVI y del SJR

Ayer domingo, desde San Marino, Benedicto XVI pedía a las autoridades civiles y los ciudadanos que se garanticen “acogida y dignas condiciones de vida a los refugiados, en espera de que puedan volver a la patria libremente y con seguridad”.

El Papa recordó que, además, este año se celebra el 60º aniversario de la adopción de la Convención internacional que tutela a los que son perseguidos y obligados a huir de sus propios países.

Precisamente, el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) ha centrado su mensaje para esta Jornada Mundial en este aniversario. Bajo el título La Convención de Ginebra de 1951, 60 años de protección a los refugiados, la entidad considera que hay “mucho hecho, pero aún mucho por mejorar”.

“En respuesta a los horrores de la Segunda Guerra Mundial –comienza la nota–, hace 60 años la familia de las Naciones Unidas dio los primeros pasos concretos hacia la construcción de un sistema global de protección de los refugiados”. La convención de la ONU de 1951 para los refugiados es considerada “la piedra angular de la protección internacional”, señala el director del SJR, el jesuita Peter Balleis.

A pesar de los hitos que se han ido siguiendo desde entonces en este ámbito, “son demasiados los gobiernos que siguen ignorando los principios clave de la convención, vistos como políticamente inconvenientes o como una carga económica”, denuncia el Servicio jesuita.

Confinados en campamentos remotos

“Los refugiados son a menudo confinados en campamentos remotos o injustamente detenidos violando su derecho a la libertad de movimiento. Así mismo, se les niega injustamente la documentación, el derecho a trabajar y el acceso a servicios esenciales. Los estados les limitan cada vez más el acceso a sus territorios y no brindan a los solicitantes de asilo la posibilidad de acceder a unos procedimientos justos para acceder al estatuto de refugiado”.

Balleis considera que “si la convención se aplicara plenamente, tanto en la letra como en el espíritu, las vidas de muchos refugiados que han huido de Libia cruzando el Mediterráneo, de somalíes que han huido a Kenia e incontables más podrían ser protegidas e incluso salvadas”.

“La protección frente a las violaciones de los derechos humanos es un derecho de nacimiento para todos nosotros”, concluye el jesuita.

El próximo mes de diciembre, ACNUR convocará un encuentro de gobiernos en el que pedirá a cada Estado a que se comprometa a adoptar una medida substancial para mejorar la protección de los refugiados. “El SJR apremia a los gobiernos a tomarse este reto en serio. Si bien hay mucho que celebrar este año, aún queda mucho por mejorar”, finaliza el comunicado.

INFORMACIÓN RELACIONADA

Compartir