Paraguay: La “voz de los sin voz” y el Presidente

El Episcopado se reúne con Cartes para hablar sobre las necesidades del país

La situación de los trabajadores de la línea 49 de autobús, el problema de la tenencia y propiedad de la tierra, el narcotráfico y la familia fueron solo algunos de los temas que las autoridades de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) discutieron con el presidente de su país, Horacio Cartes en mediados de noviembre. Este encuentro se llevó a cabo en la residencia presidencial, MburuvichaRoga, con el objetivo de “profundizar las relaciones Iglesia-Estado”, según informó la CEP. La intensión de los obispos al participar de este encuentro, expresada por el arzobispo de Asunción y presidente de la CEP, Edmundo Valenzuela, fue que “la voz de los que no tienen voz pueda llegar hasta el Presidente”.

Primero se conversó sobre la delicada situación de los trabajadores de la línea de autobús, que reclaman haber sido despedidos injustamente. Una particularidad de estos sindicalistas es que, como forma de manifestación, han decidido crucificarse a sí mismos, atando sus cuerpos a cruces de madera acostadas en el piso. Sin embargo, los puntos de vista y las versiones sobre los hechos presentados por el obispo de San Juan Bautista de las Misiones, Mario Melanio Medina, y por Cartes fueron diferentes.


Falta de tierra y narcotráfico

Los prelados también manifestaron su preocupación sobre los grandes latifundios existentes y la falta de acompañamiento, tanto en recursos materiales como en instrucción, para “promover un uso adecuado y la distribución justa de las tierras”.

“Se entregaron lotes hermosos para la agricultura, pero no se pueden usar porque ya están ocupados por otros”, afirmó uno de los obispos en base a un informe de la CEP. “La mala distribución y la ausencia de una política agraria en el país son los responsables de la falta de acceso a la tierra que se da entre los paraguayos”, afirmaron los obispos.

py-crucificados copiaPierre Jubenville, obispo de San Pedro, reclamó que se le brinde especial atención a los indígenas que no tienen tierra, ni acceso a los servicios de salud y educación que le corresponden por derecho. También solicitó que esta atención sea brindada de una forma más integral y habló de la necesidad de ofrecer subsidios y técnicas para la agricultura familiar, lo que garantizaría el acceso al mercado. También mencionó la importancia en este que tiene contexto la falta de rutas, los insumos para los puestos de salud y de los “profesionales médicos competentes para atender las necesidades urgentes de la población”.

Jubenville sostuvo también que la zona norte del país es privilegiada por su clima y vegetación, lo que la haría propicia para ser la proveedora de alimentos para gran parte de la población del país, lo que podría generar un gran desarrollo en la zona. Pero que, a la vez, el narcotráfico permea todas las instancias y “afecta el clima social de San Pedro”.

A su vez, los prelados presentaron al presidente un informe detallado sobre el juicio oral por la denominada masacre de Curuguaty, producto de un sangriento enfrentamiento entre campesinos y policías en 2012, que ya fue suspendido por decimocuarta vez.

El Sínodo de la Familia fue otra de los temas conversados en la reunión, especialmente por su énfasis en la defensa de la vida. Valenzuela felicitó a el jefe de Estado paraguayo por todo lo que hace a favor de la vida y la familia. También se discutió la necesidad de ampliar los convenios vigentes entre Iglesia y Estado en las áreas de salud y educación, en especial para incluir atención a campesinos, familias e indígenas.

FERNANDO COSTA. ASUNCIÓN

 

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