Vigilia de oración en la Plaza de Bolívar
El martes 14 de julio representantes de distintas manifestaciones religiosas se reunieron en la Plaza de Bolívar con el fin de convocar en vigilia de oración “la espiritualidad de la paz y la reconciliación necesaria para esta Colombia herida por el odio y la acción violenta de la guerra” (Declaración central).
En su intervención, el padre Francisco de Roux señaló que la crisis profunda de Colombia es una crisis espiritual. “Nos reunimos para vivir en esta experiencia colectiva la fuerza del espíritu que nos convoca desde nuestros compañeros de camino, indígenas y afro, budistas y musulmanes, judíos y cristianos de las diversas expresiones (…) queremos pedirle a Dios, que nos trabaja a todos, que nos conmueva, que nos una y que nos lleve a consolidar esta ilusión de fraternidad que se nos ha escapado de Colombia”. El jesuita recordó que recientemente la Vida Religiosa de todo el continente pidió al Gobierno y a las Farc que “no se paren de la mesa hasta que haya concluido la guerra en Colombia”. Igualmente, solicitó al ELN que, no con sus armas, sino con su inteligencia e imaginación contribuyan a un país distinto, “donde no haya descartados”.
“Podemos hacer cosas juntos a pesar de que somos distintos”
Un mensaje de fe
Cientos de velas encendidas delinearon la silueta del país, mientras se sucedían las palabras de hombres y mujeres que desde pluralidad de experiencias de fe oraban juntos como pocas veces se ha visto. “Un acto como este es un mensaje de unidad muy importante para la sociedad colombiana”, señaló Henry Ramírez, misionero claretiano. “Podemos hacer cosas juntos a pesar de que somos distintos”.
Según el presbítero, es necesario impulsar el cese bilateral del fuego, “no como posibilidad de darle ventaja militar a un actor armado sino como la posibilidad de brindarle humanidad y bienestar a muchas comunidades campesinas que están viviendo bombardeos y ametrallamientos y que, por lo tanto, no pueden vivir tranquilas en su casa”. A su parecer, un evento como este también ofrece la oportunidad para manifestar el compromiso de las iglesias y religiones en la construcción de paz con justicia social. Lo puso de manifiesto el hermano Leonardo Tejeiro, Presidente de la Conferencia de Religiosos de Colombia: “la fe que sale del corazón es capaz de generar actos y conductas de construcción de paz”.
Texto y foto: VNC
