Ana Dalila Gómez Baos

Dalila-Gomez---Al-vuelo

“Las mujeres revolucionamos el mundo”

Ana Dalila Gómez Baos es la Coordinadora General del Proceso Organizativo del Pueblo Rrom en Colombia (PROROM).  Su trabajo en favor de la población gitana en el país ha supuesto muchos años de lucha. Como hija de Kolya y nieta de Yoska, pertenece al clan Bolochok-Mijháis. Los abuelos de sus abuelos llegaron desde España y Francia. Ana Dalila vive en el aquí y el ahora. Pierde el tiempo quien quiera indagar acerca del lugar exacto de su nacimiento y del significado que le atribuye en la actualidad. “Nosotros nacemos en todas partes, somos de donde estamos”, afirma.

Si bien se considera cosmopolita, reivindica enfáticamente su ciudadanía colombiana y está convencida del aporte del pueblo Rrom a la construcción de un Estado Social de Derecho, como subrayó la constituyente en el 91. 

En el marco de sus usos y costumbres, históricamente el pueblo Rrom no ha atribuido mayor importancia a la asistencia de sus niños y niñas a la escuela. Sin embargo, se viene gestando “un cambio endógeno” que busca que este derecho sea garantizado desde el enfoque diferencial. 

Por las particularidades de su cultura, ha sido común que las mujeres desarrollen sus vidas primordialmente dentro del ámbito de sus familias. Ana Dalila ha roto los esquemas; se considera “un instrumento sui generis para el mundo gitano”, porque, siendo mujer en una cultura patriarcal como la suya, se ha convertido en un elemento necesario para buscar mejores condiciones de vida, que conlleven la pervivencia de su pueblo en términos de sostenibilidad de la cultura través del tiempo. Nunca fue fácil. Ni cuando quiso estudiar en medio de una infancia itinerante. Ni cuando se hizo ingeniera industrial, enfrentándose a la incomprensión de sus mayores. Con todo, su paso como profesional por distintos escenarios de la construcción de lo público le ha permitido al pueblo Rrom avanzar en el camino que va de su visibilización a su reconocimiento en Colombia. Ana Dalila ha desarrollado toda su trayectoria laboral con el Estado; en el Ministerio del Interior, en el Departamento Nacional de Planeación, en el Departamento Nacional de Estadística, en el Ministerio de Cultura, en la Administración Distrital de Bogotá, siempre persiguiendo la formulación e implementación de políticas públicas para grupos étnicos como el suyo.

Con su liderazgo, los gitanos participaron en el censo general de 2005, que creó un marco normativo para la defensa de los derechos del pueblo Rrom; también, en  la aparición del decreto 2957 en el 2010 para conformar la Comisión Nacional de Diálogo; en el decreto 4634 de 2011 para víctimas y en la Ley 1381 del 2010 para lenguas nativas y diversidad de lenguas, entre ellas el rromanés. 

Otra forma de nomadismo

“Las mujeres revolucionamos el mundo”, sostiene Ana Dalila. Particularmente, a través de ellas el pueblo Rrom ha avanzado en una visibilización de sus derechos. Por eso las gitanas son tan importantes en sus familias, ellas mantienen vivas las tradiciones heredadas. En un mundo convulsionado y cada vez más individualista, fortalecen la comunitariedad, la colectividad, el valor de darle la mano al otro, de apoyarlo; rasgos culturales que, históricamente, han sabido dialogar con los valores cristianos. De hecho, el pueblo Rrom en Colombia es un pueblo básicamente cristiano, cuya manera de vivir el cristianismo ha supuesto interesantes procesos a nivel intercultural e interreligioso. De ahí que, como una forma de subvertir la subordinación, Ana Dalila no considere jefe a nadie sino a Dios y vea en Jesús de Nazaret a un ser revolucionario que quiso la paz desde la práctica del amor. “Una de las revoluciones del mundo es el amor”, de ello está convencida, a ello le atribuye los esfuerzos de su vida.

La trayectoria de Ana Dalila en el escenario público ha hecho que su pueblo caiga en la cuenta de que existen transformaciones culturales legítimas, para pervivir en este mundo. Finalmente, es otra forma de nomadismo estar en constante dinámica y el movimiento es una forma de espirituralidad, de posición ante la vida. 

Existe un movimiento cada vez más creciente para que las mujeres pertenecientes al pueblo Rrom asuman su liderazgo y vivan procesos de liberación al servicio de la defensa de los derechos de su pueblo; para que se cualifiquen y busquen el cumplimiento del Estado con las obligaciones adquiridas. Incluso, con aquellas que hace falta definir, con relación al acceso a la salud y a una educación desde el enfoque diferencial para el caso de los gitanos. 

Para Ana Dalila, “un pueblo que no se educa tiende a desaparecer”. Por eso está en la brega de que exista un fondo nacional de cupos especiales para el acceso a la educación superior para los estudiantes Rrom, tal y como existe para otros grupos étnicos como los pueblos afro e indígena. Según ella, los jóvenes gitanos coexisten en la incertidumbre en un mundo muchas veces hostil; así mismo, también tienen propuestas interesantes al servicio de la sociedad. Su historia de vida ha sido una motivación.

Texto: Miguel Estupiñán

Foto: Archivo particular

Compartir