“Votemos pensando en el bien común”

El mensaje de los obispos colombianos sobre las próximas elecciones en el país

 

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El jueves 6 de febrero, durante una rueda de prensa llevada a cabo en medio de la 96ª Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, el cardenal Rubén Salazar leyó un mensaje en nombre de los obispos, con ocasión de las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2014. En este mensaje se señala el apoyo de parte de la Iglesia católica colombiana a “toda iniciativa que busque propiciar el fin del conflicto armado y poner las bases para la construcción de una Colombia más justa, reconciliada y en paz”.

Durante los días de la asamblea plenaria los obispos colombianos tuvieron presente la importancia de los procesos electorales que nuestro país vivirá durante el 2014. A través del mensaje ofrecieron “algunas propuestas y orientaciones para que las próximas elecciones puedan contribuir, eficazmente, a la consolidación de la reconciliación, de la justicia y de la paz que todos anhelamos”.

El primer aspecto en que quisieron insistir fue en el deber que, según ellos, todos los colombianos tienen de participar activamente en las próximas elecciones. Afirmaron que “aunque en nuestro país el voto no es legalmente obligatorio, ejercer el derecho constitucional al sufragio ha de ser considerado como un imperativo ético y moral que compromete a todo ciudadano y, de modo particular, a todo auténtico discípulo de Cristo”.

IMG_8982Los obispos consideran que por medio del voto, libre y consciente, “los colombianos estamos llamados a derrotar la corrupción, el clientelismo y la indebida presión de los grupos armados o de otros intereses deshonestos en la esfera pública”. Proponen, entonces, dos elementos de discernimiento para la elección de gobernantes. El primero de ellos consiste en reconocer que la paz es obra de la justicia: “en nuestro país subsisten desigualdades sociales que excluyen a millones de compatriotas de las condiciones mínimas necesarias para alcanzar un desarrollo humano integral (…) la clase política no puede permanecer indiferente ante el sufrimiento causado por la pobreza”. El segundo elemento de discernimiento consiste en atender a la identidad que debe existir entre las propuestas de cada aspirante y principios éticos y morales auténticamente humanos.

Luego de esta reflexión, el mensaje advierte la necesidad de “oponerse, activamente, a cualquier tipo de manipulación o corrupción del sufragio”. “Los fieles católicos deben sentirse particularmente comprometidos a rechazar y denunciar, ante las autoridades competentes, toda práctica que pueda atentar contra la transparencia democrática de las elecciones”. En esta línea, los obispos pretenden dejar constancia de su “radical condena de la corrupción”: “observamos con preocupación el establecimiento de una ‘anticultura política’ caracterizada ‘por el abuso de poder, el tráfico de influencias, el enriquecimiento ilícito, la connivencia con grupos ilegales, la falta de transparencia en la contratación y otros numerosos hechos que afectan la eficacia y la credibilidad de las instituciones del Estado”.

Los obispos están convencidos que la tarea que han de cumplir nuestros futuros líderes políticos es de gran importancia para la consolidación de la paz: “por ello instamos a los diferentes candidatos a mantenerse fieles a su vocación de servicio al bien común, desarrollando una campaña electoral propositiva y transparente, caracterizada por el respeto y el sano debate de sus propuestas”.

Finaliza el mensaje invitando a los católicos a orar por los futuros gobernantes, “para que sean instrumentos del plan de Dios y puedan contribuir a la consecución de la Colombia justa, reconciliada y en paz que todos deseamos”.

TEXTO: VNC. FOTOS: CEC

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