Voceros de la obra descartan otro interés distinto de la protección de su imagen

“Lo que nosotros hemos buscado desde acá es que no se manipule la figura del Niño Jesús, ni que sea utilizada por ejemplo para medios comerciales, para la farándula, que, a veces, grotescamente utiliza la imagen para eso”. Son los argumentos con los que el salesiano José Raúl Rojas -director de la Obra del Niño Jesús y párroco de la muy popular parroquia del mismo nombre- justificó la intención de su comunidad, al pretender mediante una acción jurídica tener algún control sobre la veneradísima imagen.

Mientras el actual director de la obra explica el asunto, a tres cuadras de allí, en uno de los 50 locales especializados en la venta de artículos religiosos y que rodean el sector, se esperaba la llegada de uno de tantos proveedores con cien figuras de distintos tamaños del Divino Niño. Unos con corona, otros sin ella; unos muy pequeños, con atuendo, sin atuendo, unos medianos, otros más grandes. Es la figura que mayor venta diaria tiene en estos puntos, tanto entre semana como los fines de semana, cuando en los alrededores del santuario además de los devotos, se concentran como un marco irregular y espontáneo cerca de cinco mil vendedores de toda clase de mercancía. En carpas, en carritos o caminando, pero en su mayoría con la representación del sagrado infante entre sus artículos para comercializar.

Al referirse al reciente fallo del Consejo de Estado en donde se niega el monopolio de la imagen como marca, el director de la obra negó que fuera ese el propósito de su comunidad. “Allá lo que presentaron fue que una comunidad religiosa quería tener la marca… sobre todo para tener mayor lucro comercial, más o menos por ahí iba la noticia publicada”. Aclarando su verdadera intención, enfatizó que se trató siempre de “proteger y defender lo auténtico de la devoción al Niño Jesús, que no dañen su imagen y que no la utilicen en cualquier establecimiento”.

Más allá del 20 de Julio

La imagen de este niño trasciende mucho y más allá del barrio 20 de Julio. Se sabe también que peregrinos, muchos de ellos, venidos de Venezuela como de los otros países vecinos, han levantado templos inspirados en su imagen, la cual llevan de los alrededores del santuario como muestra de su poderosa autenticidad en los lugares de destino.

Con todo ello, el fallo del alto tribunal no resultó tan negativo para la comunidad salesiana, según lo expresó el sacerdote Rojas, pues considera que en principio “no es que hayan entendido muy bien lo que se buscaba con eso, pero la sentencia que dan sí ayuda a proteger, puesto que dicen que la marca no puede ser propiedad de una sola persona o comunidad, eso es lo primero, y dice que la imagen no debe ser utilizada sino para lo que es la imagen, llega a pedir ayuda para proteger lo que nosotros queremos ”.

Con la lectura que tienen los salesianos del fallo del Consejo de Estado, la comunidad religiosa ha entendido que lo que le corresponde desde la parte evangelizadora es orientar el espíritu cristiano mediante ésta que es una de sus imágenes sagradas. “El Niño Jesús es propiedad de todos desde que nació y es para todos”, expresó el representante y vocero de la obra. No obstante, lamentó que se utilice en restaurantes muy afamados, en su opinión, no de la mejor forma (se encuentran en forma de ceniceros, portavasos y otros elementos de mesa). También se quejó sobre ciertos momentos en que modelos y actrices se han hecho publicidad con la imagen estampada en su cuerpo.

Pero no sólo sobre cuerpos humanos famosos y desconocidos reposa la figura de este niño, también se le ve en los espejos retrovisores de camiones, colectivos y buses que entran y salen del barrio 20 de Julio, luego de largos trayectos en los que su conductor se ha encomendado, como es costumbre, diariamente. “Me lo regaló mi hija, es el que me protege todos los días”, responde Clímaco, un conductor de taxi dando razón de la pequeña figura, representativa del Divino Niño, que pende del espejo retrovisor del vehículo.

El símbolo en cifras

“Los propios peregrinos llegan y nos dicen: miren lo que están haciendo con el Niño Jesús”, comenta el padre Rojas dando cuenta que a los propios devotos les duele el mal uso que en ocasiones se advierte en uno de las representaciones más amadas en la llamada religiosidad popular.

La obra del Niño Jesús ayuda al sostenimiento de más de medio centenar de parroquias y más de 15 programas sociales que involucran aspectos como la atención en salud y educación de forma integral en menores y adultos de escasos recursos. Su poder de evangelización y trascendencia en el trabajo social de los salesianos es enorme e irradia a toda una población que no ha sido del todo cuantificada. Se sabe que la figura del Divino Niño logra congregar semanalmente alrededor de 60 mil personas. Cada domingo son 24 eucaristías que se celebran desde las cinco de la mañana hasta las ocho de la noche. En ciertos momentos del día se hacen de manera simultánea en tres o cuatro auditorios disponibles en la magnífica estructura que en forma de gruesa L enmarca parcialmente la plazoleta.

Pese a lo que ha derivado el fervor general por el Divino Niño, no existe relación alguna entre la obra y la próspera realidad comercial de los locales y ventas eventuales que circundan el sector, donde se ubica el santuario. Sólo las librerías cuyos locales están dentro de la estructura propia de la comunidad salesiana hacen parte de la comunidad religiosa y su misión. VNC

Reseña histórica y de fe

En 1935 llegó el Padre Salesiano Juan del Rizzo al barrio 20 de Julio, en el sur de Bogotá, una región muy solitaria y abandonada en aquellos tiempos. Le habían prohibido emplear la Imagen del Niño de Praga porque una asociación muy antigua reclamaba para ella el derecho exclusivo de propagar esa imagen. El Padre del Rizzo estaba convencido de que a Dios le agrada mucho que honremos la infancia de Jesús, pues así lo ha demostrado con innumerables y numerosos milagros. ¿Si otros niños son tan inocentes y tan dignos de ser amados, cuánto más lo será el niño Jesús? Además recordaba muy bien la promesa hecha por Nuestro Señor a una santa: “Todo lo que quieres pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado, si te conviene conseguirlo”. Así que no desistió de propagar la devoción al Divino Niño pero se dispuso a adquirir una nueva imagen. Se fue a un almacén de arte religioso llamado “Vaticano” propiedad de un artista italiano, y le encargó una imagen bien hermosa del Divino Niño. Le prestaron una imagen bellísima, el padre la llevó para sus solitarios, desérticos y abandonados campos del 20 de Julio. Ahora empezaría una nueva era de milagros en esta región.

Esta es un de las imágenes más hermosas y agradables que han hecho de nuestro Señor. Con los brazos abiertos como queriendo recibir a todos. Con una sonrisa imborrable de eterna amistad. Atrae la atención y el cariño desde la primera vez que uno le contempla. Allí a su alrededor se han obrado y se siguen obrando maravillosos favores, para quien no conozca los prodigios que obtiene la fe parecerían fábulas o cuentos inventados por la imaginación, pero que son muy ciertos para quienes recuerdan la promesa de Jesús: “Según sea tu fe así serán las cosas que te sucederán”.

El Padre Juan comenzó a narrar a las gentes los milagros que hace el Divino Niño Jesús a quienes le rezan con fe y a quienes ayudan a los pobres, y empezaron a presenciarse prodigios admirables: enfermos que obtenían la salud, gentes que conseguían buenos empleos o estudio para los niños o casa o éxito en los negocios. Familias que recobraban la paz. Pecadores que se convertían. Y cada persona que obtenía un favor del Divino Niño Jesús se encargó de propagar su devoción entre amigos y conocidos.