Claudia Assad de Saleh: “Gracias a Dios sigo viviendo y evolucionando cada día de mi vida”

La musulmana argentina aseguró que Dios quiere que la mujer sea respetada y valorada por su espiritualidad, ética, conocimiento, capacidad, y no como un objeto

Nació en Argentina, está casada con un inmigrante libanés naturalizado argentino. Claudia Assad de Saleh tiene cuatro hijos, dos hijas mujeres y dos varones, siete nietos y una gran familia. Su actividad en la Mezquita Attauhid es explicar su libro sagrado, el Corán. Aún no peregrinó a la Meca.



Fruto de su proceso espiritual, escribió el libro de poemas ‘Ojos de mi Corazón’, en el que explica que agradece a Dios, “quien infunde en mí cada día su amor y conocimiento, haciendo posible que a través de las palabras que escribo en este libro, pueda manifestar algo de lo que hay dentro mío, tratando de iluminar con la luz de Dios a todos aquellos seres que, reconociendo la grandeza del Creador, quieren vivir haciendo el bien, elevándose espiritualmente y tratando de hacer que el lugar donde vivimos sea un lugar lleno de fe, amor, justicia, paz, tranquilidad, compañerismo, comprensión, ímpetu, optimismo, colaboración, voluntad, esmero, dedicación y todas las buenas características que debemos establecer en un mundo donde prevalece la ley de Dios en toda la humanidad”.

Con motivo del Día de la Mujer, y apostando al diálogo interreligioso, Vida Nueva entrevistó a esta mujer que vive su religión desde la espiritualidad islámica y es seguidora del Imam Ali, primo y yerno del Profeta Muhammad.

Absolutamente practicante

PREGUNTA.- ¿Cómo es su vida cotidiana? ¿De qué manera vive su espiritualidad hoy?

RESPUESTA.- Soy muy activa todos los días cumplo con los rezos que Dios nos ordena, leo el Corán, suplico. Además, leo libros con temas de nuestra religión y traduzco exégesis del Corán, del idioma árabe al idioma castellano. Soy absolutamente practicante de mi religión, el Islam.

Mi religión la vivo de la misma forma donde sea que esté porque lo obligatorio para un musulmán es obligatorio siempre.

P.- ¿Cómo es vivir su religión hoy en Argentina? ¿Cuáles son las reuniones y actividades más significativas?

R.- Por supuesto que, estando en nuestro querido país Argentina donde en la mayoría de la sociedad no hay una conducta Islámica, algunas veces debemos explicar por qué nos vestimos cubriéndonos como nos cubrimos o algunos detalles de nuestra conducta, pero yo lo hago muy orgullosa de mi religión y la gente siempre comprende.

En cuanto a las reuniones y actividades más significativas, son muy importantes: el rezo del día viernes, los festejos de la fiesta del Desayuno luego del mes de Ramadan, la fiesta del Sacrificio que se realiza en el mes de la Peregrinación, los diez días donde se recuerda el martirio del Imam Husain [con él sea la bendición el saludo y la paz]. También recordamos los nacimientos y el martirio o muerte de la familia del Profeta [con cada uno sea la bendición el saludo y la paz].

Los jueves a la noche nos reunimos para leer la súplica de Kumail Ibn Ziad que es recitada durante las noches a mediados de Sha´ban (el octavo mes lunar musulmán). Sirve para protegerse de la maldad de los enemigos, para abrirle la puerta al pan de cada día,  y para el perdón de los pecados.

También está la fiesta de Gadir que es cuando el Profeta [con él sea la bendición el saludo y paz] declara al Imam Ali [con él sea la bendición el saludo y paz] como su sucesor.

P.- ¿Cuáles son las tres cosas más importantes que sus creencias proponen a una mujer islamita y que los occidentales no llegamos a comprender?

R.- En general, en occidente cuesta comprender la cuestión de la vestimenta, la poligamia y la herencia. En cuanto a la vestimenta Dios –Alabado Sea– quiere que la mujer sea respetada y valorada por su espiritualidad, ética, conocimiento, capacidad y no quiere que sea utilizada como un objeto, por lo tanto, los encantos físicos quedan reservados para el esposo.

En cuanto a la poligamia, siempre la cantidad de mujeres es mayor a la cantidad de hombres, por lo tanto, para que pueda solucionarse la problemática social, es que está permitida la poligamia pero, por supuesto sin que provoque otros problemas, la permisión no es obligatoriedad, la mayoría de los musulmanes se casan con una sola mujer.

En cuanto a la herencia, las mujeres heredamos la mitad de lo que heredan los hombres ya que el hombre tiene la obligatoriedad de darle a la mujer el ajuar, la dote y la manutención de toda su familia mientras que la mujer puede reservarse toda su herencia.

Creemos en Jesús y en María

P.- ¿Cuáles son las coincidencias de su religión con los valores cristianos?

R.- Nosotros creemos en Jesús [con Él sea la bendición el saludo y la paz] como Profeta y que María [con Ella sea la bendición el saludo y la paz] tuvo a Jesús [con Él sea la bendición el saludo y paz] siendo virgen. En cuanto a los valores en común con el cristianismo no estoy muy interiorizada sobre todos los valores en el cristianismo, pero en cuanto al Islam algunos de los valores es que no se debe mentir, no se debe matar, quien mata a una persona es como quien mata a toda la humanidad. Existe la ley del talión, es decir que si alguien es agredido, no se puede atacar, pero es una obligación defenderse. No se debe robar, no se puede cobrar intereses por préstamos, hay una obligatoriedad de dar la quinta parte de las riquezas acumuladas durante un año.

P.- ¿Cuáles son las mujeres que admiran de dentro o fuera de su religión? ¿Por qué?

R.- Las mujeres más importantes en el Islam son Fátima, hija del Profeta [con Él y Ella sea la bendición, el saludo y la paz] ejemplo de hija madre y esposa. Su padre la llamaba madre de su padre. Fátima [con Ella sea la bendición, el saludo y la paz] es la Señora de las mujeres del universo.

Jadilla [con Ella sea la bendición el saludo y la paz] esposa del Profeta [con Él sea la bendición, el saludo y la paz] brindó su riqueza en el camino del Islam.

Zainab [con Ella sea la bendición, el saludo y la paz] que acompañó a su hermano Husain [con Él sea la bendición, el saludo y la paz] en la lucha contra la opresión.

Y en el Corán tenemos una Sura con el nombre de María [con Ella sea la bendición, el saludo y la paz] madre de Jesús [con Él sea la bendición el saludo y la paz], virgen.

P.- Hay un poema en su libro ‘Ojos de mi Corazón’ que se llama ‘Prudencia, Ciencia, Amor y Razón’, ¿nos podría compartir esa mirada como mensaje para este tiempo?

R.- Hay un refrán que dice que el conocimiento no es el mucho estudiar, sino que es una luz que Dios infunde en el corazón a quien quiere entre sus siervos. A través de la purificación del corazón el ser humano puede llegar a un estado espiritual en el que es Dios quien nos enseña lo que no sabemos. En esa poesía manifiesto mi estado espiritual en ese momento. En todo mi libro manifiesto una evolución espiritual a lo largo de varios años, que gracias a Dios sigo viviendo y evolucionando cada día de mi vida.

P.- Como mujer islamita ¿cual es el deseo más profundo de su religión para toda la humanidad?

R.- Siendo musulmana, deseo para toda la humanidad que Dios apresure la venida del Imam Mahdi [con Él sea la bendición el saludo y la paz] el Mesías que surgirá en el fin de los tiempos para establecer la paz y la justicia y redimir el Islam que, según los dichos de los Imames, vendrá acompañado por Jesús, –hijo de María– quienes rezarán juntos, y se establezca la Ley de Dios, el Islam en todo lugar.

Noticias relacionadas
Compartir