Este sábado 27 de enero, unos 40 mil jóvenes católicos de México llevarán a cabo la Marcha Nacional Juvenil a Cristo Rey, en la ciudad de Silao, en el estado de Guanajuato.
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Se trata de la peregrinación juvenil anual al santuario de Cristo Rey en el cerro del Cubilete, en su edición 41, cuyo lema este año es: “Pedimos participación ciudadana, exigimos libertad religiosa“.
Es por ello que el Movimiento Testimonio y Esperanza, que organiza a los jóvenes que desean participar en este evento, hizo un llamado a la responsabilidad de los católicos ante la realidad que vive el país.
El papel de los jóvenes en las elecciones
El movimiento destacó que este año, en el que habrá elecciones para votar por el que será el presidente de la República, así como diputados y senadores, es de suma importancia para la democracia y las libertades de todos:
“La juventud está presente y empeñada en tener un México grande, en constante crecimiento y en el que podamos vivir todos”, dijo.
Tras resaltar que la participación de los jóvenes en la vida pública es genuina, desinteresada y generosa, pidieron el mismo trato de autoridades y corrientes políticas.
“Lo que menos quisiéramos es que nos utilicen para llenar mítines, actos de campaña o manifestaciones electoreras”, aseveraron.
La importancia de la juventud mexicana
Por otra parte, los organizadores expresaron su desacuerdo en que los jóvenes, además de ser víctimas del crimen organizado, sean culpados y revictimizados por supuestamente participar en actos delictivos. “Criminalizar a la juventud es una salida fácil para la ineficiencia”.
Recordaron que la juventud en México representa el 30 por ciento de los votantes, por lo que dijeron esperar que sus preocupaciones sean tomadas en cuenta:
“Posibilidades de educación, capacitación, empleo y oportunidades. Asimismo, el cuidado de la familia, de la vida y la paz. Con este espíritu marcharemos a los pies de Cristo Rey para implorar por el México grande, libre y solidario que merecemos”.
Consagración a Jesús y a María
Para el movimiento, la marcha nacional será también un acto de unión para seguir consagrando su corazón a Cristo Rey y a Santa María de Guadalupe; y sobre todo, “reafirmar que México sigue siendo suelo católico“.
“Es una oportunidad de reunirnos, de recordar lo rica que es la Iglesia, llena de carismas, fuerte y viva”.
Además, los jóvenes agradecerán a Dios por los frutos del año que acaba de concluir:
“Como siempre, los jóvenes católicos mexicanos estamos dispuestos a trabajar por nuestra querida patria. Cuentan con nosotros para sacar adelante el país y luchar contra la inseguridad, la pobreza, la división y el enfrentamiento entre mexicanos, para recuperar la paz, la salud, la educación y la economía de la nación“.
