¿Cuál es la principal enseñanza de Madeleine Delbrêl para la Iglesia hoy? “Que los ambientes secularizados también nos ayudan a convertirnos y a fortalecer nuestra fe”, así lo ha reconocido hoy el papa Francisco durante la audiencia general de los miércoles celebrada en la plaza de San Pedro ante miles de fieles.
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Continuando su ciclo de catequesis sobre el celo apostólico, el Pontífice ha puesto hoy como ejemplo de testimonio en las periferias a la francesa que, junto con otras compañeras, vivió durante más de treinta años en un barrio obrero de París. “Esta opción de habitar en las periferias le permitió descubrir el amor de Dios en lo cotidiano y darlo a conocer a los más alejados con un estilo de vida sencillo y fraterno. En ese ambiente, donde predominaba la ideología marxista, ella pudo experimentar que ‘es evangelizando como somos evangelizados’”, ha señalado.
Para Francisco, “la vida y los escritos de Madeleine nos muestran que el Señor está presente en toda circunstancia y que nos llama a ser misioneros aquí y ahora, compartiendo la vida con la gente, participando en sus alegrías y tristezas”. “No olvidemos que la vida en Cristo es ‘un tesoro extraordinario y extraordinariamente gratuito’, que estamos llamados a compartir con todos”, ha añadido.
“Que el señor nos conduzca a una paz justa”
En su saludo a los peregrinos de lengua española les ha instado a pedir al Señor que “nos dé su gracia para ser testigos valientes del Evangelio, sobre todo en los ambientes secularizados, ayudándonos a descubrir lo esencial de la fe y fortaleciéndonos en las dificultades”.
Al término de la audiencia ha vuelto a poner el foco en las distintas guerras que sacuden el mundo. “Pensemos y oremos por las personas que sufren por la guerra. No olvidemos a la martirizada Ucrania y pensemos en los pueblos palestino e israelí: que el Señor nos conduzca a una paz justa. Sufrimos mucho: los niños sufren, los enfermos, los viejos sufren y muchos jóvenes mueren”, ha afirmado, para luego completar: “La guerra es siempre una derrota: no lo olvidemos. Siempre es una derrota”.
