La Conferencia Eclesial de la Amazonía (Ceama) culminó su primera Asamblea “en modo presencial”, que realizó en Manaos (Brasil) con la participación de representantes: clero, vida religiosa y laicado de siete conferencias de obispos de esta región, del 8 al 11 de agosto de 2023.
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El cardenal Leonardo Steiner fue el anfitrión de este encuentro que busca seguir perfilando los caminos de una Iglesia con rostro amazónico (y sinodal) pese a las resistencias aún existentes en el propio seno de la Iglesia.
Entre estas, el clericalismo que “opaca la fuerza del laicado y de la vida consagrada, especialmente femenina, debido al centralismo en la figura del presbítero” y no menos importante la oposición al magisterio de Francisco “en algunos espacios y grupos”.
En un comunicado, agradecieron a Steiner por “la acogida” como la participación activa de organizaciones aliadas que han venido remando ‘río adentro’ en la misma canoa desde la fundación de la Ceama, como el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos y Religiosas (CLAR), Cáritas América Latina y el Caribe, y la Red Eclesial Panamazónica (Repam).
Realidad latinoamericana
El actual contexto político latinoamericano estuvo latente en este manifiesto. Por un lado, las denuncias surgidas de diversos puntos de la región sobre crímenes contra los pueblos indígenas.
Lamentan que los líderes políticos de sudamérica “aún no asumen la gravedad de la crisis socio-ambiental y del problema humano que afecta a los bosques, a los pueblos y a las ciudades que los habitan”.
En las mismas ciudades la violencia está desbordada, caso reciente, el asesinato del candidato presidencial, Fernando Villavicencio, que ha conmocionado a todo Ecuador. Toda vez “queremos reafirmar nuestro compromiso con el sí a la vida” al que llamaron los obispos ecuatorianos para advertir de los peligros del extractivismo de cara a la consulta de mantener o no la explotación petrolera en Yasuní y en el Chocó andino.
También han destacado la importancia de la reciente Cumbre de la Amazonía, realizada en Belém (Brasil), aunque “con decepción por la tímida y vaga respuesta de los presidentes de los países amazónicos” por ignorar
Jesús en el centro de la Amazonía
La Ceama ha ratificado su compromiso en seguir articulando esfuerzos con la Repam como con las diferentes Conferencias Episcopales y con la vida consagrada y “su presencia efectiva en los territorios amazónicos, con la consecuente resonancia e incidencia en las bases”.
Todo bajo la convicción de que “estamos llamados a caminar juntos como presencia de la Iglesia en la región Panamazónica, cuya acción debe traducirse en la práctica de tres verbos: escuchar, dialogar y actuar” como fiel testimonio de sinodalidad.
La Iglesia en la Amazonía – así aseguran desde la asamblea de la Ceama – tiene en el centro el anuncio de Jesús, Verbo Encarnado, y “una evangelización liberadora, confirmamos nuestra conciencia de la importancia de la región no sólo para los amazónicos, sino para toda la humanidad, ampliando nuestro horizonte a toda la Iglesia universal y a nuestra casa común”.
Por supuesto, continuar cristalizando los sueños del Papa en Querida Amazonía. Consideraron propicio recordar a los otros dos Franciscos: “el santo poverello de Asís con su sensibilidad para ver en cada criatura un hermano y a una hermana, así como el testimonio y las palabras del ‘Francisco de la Amazonía’, el Cardenal Cláudio Hummes, quien recordó a su amigo Jorge Mario Bergoglio, recién elegido Papa: ‘No te olvides de los pobres’”.
Los participantes vuelven a sus países de origen con el encargo de “hacer realidad el rostro amazónico y sinodal de la Iglesia, siempre en salida y en movimiento, animada y fortalecida por una pastoral de conjunto que sepa acoger y valorar a todos”. Sin excepción.
Foto: Ceama
