El gobierno de Nicaragua va contra los jesuitas

El régimen sandinista de Daniel Ortega congeló las cuentas bancarias de la Universidad Centroamericana, dirigida por la Compañía de Jesús

La abogada disidente Martha Patricia Molina ha dejando en claro que el congelamiento de cuentas bancarias de instancias eclesiales en Nicaragua, o vinculadas con la institución, tiene como finalidad asfixiar a la Iglesia católica, y advierte que, a la inmovilización de fondos, seguirá la confiscación, por lo que ha pedido estar preparados.



Y es que, según reportan agencias internacionales y medios locales, el 9 de agosto el gobierno de Daniel Ortega congeló las cuentas bancarias de la Universidad Centroamericana (UCA), dirigida por la Compañía de Jesús, medida que fue notificada a las autoridades estudiantiles sin dar mayores detalles, por lo que se desconoce si existe alguna investigación en contra de la UCA.

Pero según una fuente vinculada al Ministerio de Gobernación citada por el medio digital ‘Divergentes’, el régimen sandinista no sólo ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias de dicha casa de estudios, fundada en 1961, sino también de algunos de sus más altos directivos.

Ya desde marzo del año pasado, las autoridades nicaragüenses habían excluido a la UCA del 6 % de asignación constitucional que reciben anualmente las universidades, pues la universidad jesuita tuvo un papel protagónico en 2018, durante las manifestaciones de la sociedad civil en torno a una reforma al sistema de seguridad social.

Marchas contra Ortega

La UCA ha sido escenario de varias marchas contra el régimen de Ortega desde hace cinco años. Al inicio de las protestas, abrió sus puertas a estudiantes que buscaron refugio tras participar en la marcha en Managua denominada: ‘La madre de todas las marchas’, donde hubo al menos 15 estudiantes fallecidos.

Posteriormente, la universidad también acogió la exposición ‘Ama y no olvida: Museo de la Memoria contra la Impunidad’, impulsada por la Asociación de Madres de Abril (AMA), que busca recordar a los caídos de las manifestaciones.

Sobre el congelamiento de sus cuentas, la UCA no se ha pronunciado, solamente, a través de un correo electrónico dirigido a colaboradores y estudiantes, titulado ‘Aviso sobre pagos correspondientes a aranceles o servicios’, explicó: “por inconvenientes en nuestros canales y medios de pagos ajenos a nuestra voluntad, no estamos recibiendo pagos correspondientes a aranceles o servicios de ninguna de las instancias de la universidad”.

Y añadió: “Lamentamos los inconvenientes y les estaremos informando una vez sea posible procesar pagos en nuestra caja central y canales alternos”.

Cabe recordar que, a mediados de 2022, el ex rector de la UCA José Alberto Idiáquez, quien participó en los diálogos por la paz en Nicaragua después de las manifestaciones, regresaba de México a su país, pero no pudo ingresar debido a que las autoridades no le renovaron su pasaporte.

Algo similar le ocurrió al vicerrector de la Universidad Centroamericana Jorge Huete, en septiembre del año pasado, a quien le impidieron tocar suelo nicaragüense cuando regresaba de un viaje de trabajo en Argentina.

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