Jesús Torres: “Los misioneros tenemos que saber retirarnos para que la Iglesia local tome las riendas”

Este sacerdote del IEME, que ha sido rector de un seminario en Mozambique, presenta la Jornada de las Vocaciones Nativas para impulsar la Obra de San Pedro Apóstol

Para Jesús Torres, “los misioneros tenemos que saber retirarnos y que tome el relevo la Iglesia local, nos cuesta confiar en que ellos van a tomar las riendas”. Así lo compartió esta mañana este sacerdote del Instituto Español de Misiones Extranjeras que ha entregado su vida en Mozambique. Torres protagonizó en la sede de Obras Misionales Pontificias la rueda de prensa convocada con motivo de la Jornada de las Vocaciones Nativas que se celebra en España este domingo 30 de abril, de forma conjunta con la Jornada Mundial por las Vocaciones.



“Cuando llegué, me encontré una Iglesia viva, independiente, pero sin vocaciones”, explica sobre la realidad que se topó cuando llegó en los años 80. En aquel entonces, en la diócesis solo había cuatro sacerdotes y los seminarios se habían cerrado desde la independencia. Hoy hay cien sacerdotes ejerciendo en las tres diócesis existentes en el país.

Dinamizar la pastoral

Convencido, tal y como defendió Pablo VI, de que África tenía que ser evangelizada por los africanos, se volcó en promover las vocaciones nativas. De hecho, llegó a ser rector de un seminario diocesana: “Aquellas comunidades se iban a secar si no se dinamizaba la pastoral vocacional”. A pesar de este resurgir de presbíteros, considera que la Iglesia mozambiqueña vive “un cierto retroceso”, por lo que cree que hay que reformar la confianza y la formación. “Hay que inculturar el Evangelio”, apostilló.

Jesús Torres también explicó que gracias a la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol “hemos podido sobrevivir y sacar adelante el seminario, porque han protegido y acariñado las vocaciones”. Y es que desde hace más de 130 años, esta Obra Misional Pontificia vinculada a las vocaciones nativas tiene encomendado el cuidado de los seminarios diocesanos y el apoyo a los noviciados en los llamados territorios de misión.

Proteger, no controlar

Solo en 2022 se recaudaron en nuestro país unos 2,36 millones de euros. “No nos quedemos pensando que es una colecta más, es una manera de sincronizar a la Iglesia de Occidente y África. Tenemos que ayudarnos, todos enseñamos, todos aprendemos”, defendió el misionero del IEME, con una premisa: “La Obra de San Pedro Apóstol está para proteger, no para controlar”.

En la rueda de prensa también intervino el director nacional de Obras Misionales Pontificias, José María Calderón, que planteó el binomio oración-donación para colaborar con las vocaciones nativas. En este sentido, puso en valor iniciativas como las becas directas a seminaristas.

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