La visita del Papa a Bahrein mandará “una señal fuerte” a Arabia Saudí y a Irán

El administrador apostólico en la región confía en que la estancia de Francisco en este pequeño país “haga entender que es absolutamente necesario que entremos en una relación de mutuo respeto”

El papa Francisco viajará del 3 al 6 de noviembre a Bahrein, desde donde lanzará “una señal fuerte” a sus dos poderosos y enfrentados vecinos: Arabia Saudí e Irán. “No puedo imaginarme que su estancia pase desapercibida en Riad y en Teherán”, aseguró este lunes el obispo capuchino Paul Hinder, administrador apostólico de Arabia del Norte, en un encuentro a distancia con varios medios internacionales, entre ellos Vida Nueva, organizado por la asociación Iscom.



“La visita del Papa tendrá un valor simbólico y puede lograr unos efectos que tal vez aún no podamos estimar con todas sus consecuencias. Confío en que al ir a un pequeño Estado que no entra en los grandes juegos de poder de Oriente Medio, aunque tiene su lugar económico, pueda suponer un buen punto para lanzar señales hacia los diversos países en Oriente Medio y en el Golfo”, explicó Hinder.

Esta visita de Jorge Mario Bergoglio se enmarca dentro del ciclo de viajes que ha realizado previamente a Abu Dhabi, Marruecos, Irak y Kazajistán, “además de otros que hará tal vez más adelante si su salud se lo permite”. La intención de Francisco es “abrir nuestras mentes y hacernos entender que es absolutamente necesario que entremos en una relación de mutuo respeto y colaboración sobre el terreno allí donde sea posible”, afirmó este diplomático vaticano, para quien el Papa está construyendo “una plataforma común”.

Adelante con el diálogo con el islam

En ese camino marcó un hito el ‘Documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común’, que Francisco firmó en febrero de 2019 en Abu Dhabi junto al jeque Ahmed al Tayyeb, Gran Imán de al Azhar y figura de referencia para los musulmanes sunníes. “No es el ‘non plus ultra’, pero se trata de un documento importante para tener una base común sin traicionar las raíces de la región ni el credo de unión de estas religiones”, señaló el obispo capuchino suizo. “El Papa seguirá yendo hacia adelante aunque no todos en la Iglesia católica ni en el mundo musulmán estén de acuerdo. Con sus valientes pasos contribuye a llevar una solución a los conflictos de la zona y a nivel mundial”.

Ubicado en el Golfo Pérsico y formado por 33 islas, Bahrein está considerado un ejemplo de convivencia interreligiosa en el que viven alrededor de 80.000 católicos, de los que sólo alrededor de un millar son locales, siendo los demás inmigrantes provenientes principalmente de Filipinas e India. La mayoría de sus 1,7 millones de habitantes son en cambio musulmanes: dos terceras partes de los cuales son chiíes y el resto, sunníes. “La libertad religiosa en Bahrein está entre las más grandes del mundo árabe”, afirma el administrador apostólico, recordando que la primera Iglesia católica en todo el Golfo Pérsico se abrió en 1939 en este país, donde se inauguró hace poco menos de un año la catedral de Nuestra Señora de Arabia.

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