Francisco reclama comunión con Roma a la Iglesia alemana: “Solo juntos salimos adelante”

El Papa envía un mensaje con motivo de la Jornada de los Católicos alemanes que se está celebrando en Stuttgart

Camino Sinodal aleman

Un día al año la Iglesia católica en Alemania se echa a la calle a mostrar su realidad, es la “Jornada de los católicos”, que en esta ocasión se ha celebrado en Stuttgart. Con motivo de la celebración de este año, que llega a su edición número 102, el papa Francisco ha enviado un mensaje invitando a la comunión.



“Nadie puede salvarse solo. Todos estamos sentados en el mismo barco. Por eso es imprescindible que desarrollemos la conciencia de que todos somos hijos del único Padre, hermanos y hermanas; que todos habitamos la misma casa, que nos ha sido confiada a todos juntos; que unos viven de otros y que no podemos dejar de compartir nuestras vidas”, señala Francisco en la parte central de su mensaje. A los católicos alemanes, que están viviendo un “Camino sinodal” les recuerda que “sólo juntos salimos adelante. Si cada uno da lo que tiene que ofrecer, la vida de todos será más rica y hermosa. Lo que Dios nos da, nos lo da también y siempre para que lo compartamos con los demás y lo hagamos fructífero para otros”.

Compartir la vida

Comentando el lema de la jornada, “Compartir la vida”, el Papa ha subrayado que “en estos días con nuestros pensamientos estamos cerca de la gente en Ucrania y rezamos por todas las personas cuyas vidas están amenazadas y condicionadas, por todos aquellos que anhelan la plenitud de vida que sólo el Señor puede dar”. Francisco pide que los católicos “dediquemos nuestra vida a Dios y al prójimo. Este regalo de la vida puede adoptar muchas formas”.

Así, alaba a “las madres o padres que se dedican totalmente a sus hijos, en las muchas personas que en el servicio de la iglesia o en profesiones sociales o caritativas ponen su vida en último lugar para servir y ayudar a los demás. Incluso en las crisis actuales, gracias a Dios, podemos ver cuán grande es la voluntad de tantos de hacer sacrificios por los demás”. También insiste en que “todos –incluso los más pobres– tienen algo que pueden dar a los demás. También es cierto lo contrario, es decir, que todos -incluso los más ricos- carecen de algo y, por tanto, necesitan los dones de los demás”.

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