Este jueves, 5 de mayo, está previsto que el cardenal destituido Angelo Becciu se siente en el estrado a contestar y defenderse, según ha avanzado en diferentes ocasiones, de las acusaciones por malversación de fondos y extorsión desde su puesto en la Secretaría de Estado. Unos gastos que incluyen la compra irregular de un inmueble en Londres que ya ha costado unos 217 millones de euros a la Santa Sede.
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Sin secretos
En esta ocasión, Becciu podrá responder al Promotor de Justicia –órgano equivalente a la Fiscalía para el Vaticano– ya que ha tenido un permiso expreso del papa Francisco para romper el secreto pontificio y poder defender su posición y aclarar cuestiones como el uso de fondos de las donaciones del Óbolo de San Pedro para la adquisición del lujoso edificio.
No solo responderá por la inversión en el edificio londinense, también declarará sobre la contratación de la llamada ‘dama del cardenal’, Cecilia Marogna, que, según las investigaciones, recibió hasta 500.000 euros de los fondos de la Secretaría de Estado para hacer gestiones de inteligencia a través de acciones humanitarias y que se ha hecho famosa por sus gustos caros.
