¿Qué ha cambiado en la Iglesia dos años después de la cumbre antiabusos del Papa?

Hans Zollner, director del ‘Centre for Child Protection’ de la Universidad Gregoriana, asegura que “todavía hoy existen lugares en los que la Iglesia continua negando la evidencia de los abusos”

Cuando se cumplen dos años de la histórica cumbre antiabusos en la que el papa Francisco convocó a todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, “todavía hoy existen lugares en los que la Iglesia continua negando la evidencia de los abusos, protegiendo a los violadores, en los que no hacemos lo necesario para depurar responsabilidades cuando se descubre que un obispo provincial ha encubierto abusos o los ha negado”, según el jesuita Hans Zollner, miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores y director del ‘Centre for Child Protection’ de la Universidad Gregoriana de Roma.



Prevención y justicia

“Lamentablemente esta tarea es vista todavía por muchas diócesis como algo dirigido a expertos o a los que se deben ocupar de los trapos sucios”, destaca Zollner en una entrevista con la agencia Europa Press. Para el experto, “por desgracia, en muchos países todavía no se toman en serio la prevención y la justicia a las víctimas. Dos elementos que deben ser parte integrante de la cultura de la Iglesia”.

Para Zollner, “la prevención debe ser la seña de identidad de una comunidad de cristianos sana”, a pesar de que hay instituciones que aún no se han tomado “suficientemente en serio la tarea de la prevención y la del resarcimiento y hacer justicia a las víctimas”. “Esto es un obstáculo que no nos deja despegar y poder ser un modelo. Hemos perdido la confianza de las personas. Por eso, no podemos volver a fallar y es normal que seamos objeto de un mayor escrutinio”, denuncia.

En este sentido, el sacerdote pide una mayor valentía y compromiso: “No se puede jugar con esto. La defensa de los más vulnerables debe ser el timón que nos guía” para conseguir “una Iglesia más segura”. Para ello, hay que combatir lo que Zollner llama una “cierta resistencia pasiva” que se manifiesta en “titubeos e inercia”.

El camino recorrido

Ahora bien, se nota el camino realizado en diócesis de Estados Unidos, Irlanda, Bélgica o Australia y es que en todo el mundo solo unas “siete u ocho conferencias episcopales” tienen pendientes la aplicación de los acuerdos básicos de la cumbre de febrero de 2019. “Son aquellas que están radicadas en países en guerra o que atraviesan graves crisis humanitarias. La mayoría están entre el grupo dos y el uno”, aclara.

Y es que aunque la Iglesia “no puede presentarse como un modelo en muchos países” es la institución “que más ha invertido en todo el mundo en la prevención de abusos”, reivindica. Eso sí, denuncia, “en el ámbito del resarcimiento a las víctimas, la Iglesia está a la cola”. “Tenemos que mejorar el sistema de hacer justicia a las víctimas”, propone.

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