El otro protagonista del documental del Papa: “Francisco cambia la mirada sobre los homosexuales al no meternos en una categoría”

Andrea Rubera, el italiano casado con otro hombre y padre de tres hijos entrevistado en 'Francesco'

“No me interesa si el Papa está a favor de las uniones civiles entre homosexuales. Son los Estados los que hacen las leyes. La actitud más interesante de Francisco es que cambia la perspectiva a la hora de considerar a la persona. Yo ya no solo soy un homosexual porque se me meta en esa categoría, sino un individuo con una historia propia”. Es el análisis que hace para Vida Nueva de la apertura del Papa a las uniones civiles entre homosexuales Andrea Rubera, el italiano casado con otro hombre y padre de tres hijos entrevistado en ‘Francesco’, el nuevo documental del cineasta de origen ruso Evgeny Afineevsky presentado este miércoles en Roma. La cinta provocó una gigantesca polvareda mediática por las declaraciones del Pontífice.  



Portavoz de la asociación de cristianos LGTB ‘Caminos de Esperanza’, Rubera cuenta en la película el encuentro que mantuvo con Francisco en 2015 cuando, junto a otros miembros de su parroquia de Roma, participó en una de las misas matutinas del Papa en la capilla de la Domus Santa Marta, la residencia vaticana donde vive Jorge Mario Bergoglio. “Al final de la ceremonia le di una carta en la que le contaba mis dudas sobre si resultaba apropiado que introdujera en la comunidad parroquial a mis tres hijos por los prejuicios que podían sufrir”, recuerda Rubera.

“Cortocircuito” con las palabras del Papa

Francisco le llamó por teléfono dos días después de aquel encuentro en Santa Marta para interesarse por su situación. “No fue algo protocolario o de cortesía. Para mí eso fue lo más sorprendente. Le interesaba saber cuál era el problema que afrontaba mi familia más allá de que mi marido y yo seamos homosexuales. Me animó a hablar de manera transparente con el párroco porque estaba seguro de que iba a ser acogedor con mis hijos. Seguí sus consejos y todo ha ido muy bien”, explica este católico que frecuenta una parroquia “normal” de la zona norte de la capital italiana.

Rubera estuvo en la presentación de ‘Francesco’ en el Festival de Cine de Roma y quedó muy sorprendido al comprobar tras la proyección el revuelo provocado por las palabras de Bergoglio acerca de las uniones civiles entre homosexuales. “Pienso que ha habido un cortocircuito con sus declaraciones”, sostiene, asegurando que a su juicio no existe ningún cambio en la doctrina católica al respecto.  

“La discontinuidad del Papa viene por la perspectiva con la que mira a las personas. Yo sufrí mucho cuando era adolescente por ser católico y gay; me sentía encerrado dentro de la categoría homosexual y parecía que no podía salir de ella”, dice Rubera, para el que la llamada telefónica que recibió del Pontífice muestra “un cambio de perspectiva pastoral”. En la Iglesia católica “no siempre encontramos esa misma sintonía”, lamenta, aunque reconoce que la situación es ahora muy diferente a la de los “años duros” del pasado. “Hoy un joven católico puede vivir con serenidad y transparencia su homosexuallidad, no es necesario que se esconda”.  

“No cambia la doctrina”

Para el portavoz de la asociación ‘Caminos de Esperanza’, las críticas al Pontífice por su apertura hacia los homosexuales provienen de la “franja de la Iglesia que se resiste a su cambio de perspectiva” y que siente que está “amenazada” su identidad. “Bergoglio no cambia la doctrina, pero es un hombre contemporáneo que sabe que existen homosexuales y que estas parejas podrían beneficiarse de una tutela legal”.

Frente a su visión está la de los que “no se quitan de la cabeza que en la Iglesia no todo es blanco o negro. Blanco es el heterosexual casado y con hijos. Y en el negro estamos los homosexuales. Pero esa no es la realidad de la Iglesia donde, como en el mundo, abunda la diversidad de colores”.

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