“Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil. Tienen derecho a estar cubiertos legalmente”. Es la reflexión que lanza el papa Francisco cuando aborda la posibilidad de que se aprueben leyes que reconozcan la unión civil para parejas homosexuales. Así lo expone en el documental ‘Francesco’, dirigido por el ruso Evgeny Afineevsky y que se ha estrenado hoy en el Festival de Cine de Roma.
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Aunque el Papa en ningún momento se refiere a estos enlaces como “matrimonio” y como arzobispo de Buenos Aires se opuso en 2010 a la legalización de las bodas gays, sí parece estar abierto a que ahora se encuentre un marco normativo que contemple esta demanda del colectivo LGTBI. En el documental, también se recoge la historia personal de un pareja homosexual de italianos a quienes, según su testimonio, Francisco animó para que lleven a sus hijos a la parroquia.
Derecho a estar en familia
“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie, ni hacer la vida imposible por eso”, explica ante la cámara del cineasta ruso, que aborda otros temas de cariz social en la cinta que tiene como protagonista al Papa.
Estas declaraciones de Francisco romperían con la línea establecida hasta la fecha por el Vaticano. De hecho, hace poco menos de un año la Santa Sede suscribía que “no existe ninguna ‘apertura’ a las uniones entre personas del mismo sexo”. Con estas palabras, el secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Giacomo Morandi, aclaró la postura del Vaticano sobre las uniones gays tras la publicación del último estudio de la Pontificia Comisión Bíblica ‘¿Quién es el hombre?’, que parecía abrir la puerta a esta posibilidad.
Relación estable
Morandi recordó entonces que “la institución del matrimonio, constituida por la relación estable entre marido y mujer, se presenta constantemente como evidente y normativa en toda la tradición bíblica. No hay ejemplos de ‘unión’ legalmente reconocida entre personas del mismo sexo”.
Fue Joseph Ratzinger –hoy Benedicto XVI– quien formuló en un documento elaborado por la Congregación para la Doctrina de la Fe en junio de 2003 que “reconocer legalmente las uniones homosexuales o equipararlas al matrimonio, significaría no solamente aprobar un comportamiento desviado y convertirlo en un modelo para la sociedad actual, sino también ofuscar valores fundamentales que pertenecen al patrimonio común de la humanidad”.
