El Papa, preocupado “por la tristeza” que provocan la soledad, el desempleo y la incertidumbre del coronavirus

“Hay mucha gente que sufre la tristeza…”. Con estas palabras, vinculadas a los efectos de la crisis del coronavirus, el Papa comenzó la eucaristía dominical desde la capilla vaticana de la residencia de Santa Marta. “Rezamos hoy en esta misa por quienes sufren la tristeza, porque están solos, porque no saben qué futuro les espera, o porque no pueden sacar adelante a la familia por no tener dinero o trabajo”, imploró.



En la homilía, partiendo del Evangelio que recoge la escena del Resucitado con los discípulos de Emaús, Francisco definió la religión como encuentro. “Tantas veces hemos escuchado que el cristianismo no es una doctrina, un modo de comportamiento, una cultura… Es todo esto, pero lo más importante: es un encuentro. El núcleo del cristianismo es el encuentro con Jesús”, aseveró.

Semilla de plenitud

“El cristiano ha encontrado a Jesucristo y se ha dejado encontrar por él”, expresó el Papa, que profundizó en la idea de que todos “nacemos con una semilla de inquietud de querer plenitud, de querer encontrar a Dios”. “Incluso sin ser consciente de estas inquietudes, nuestro corazón tiene sed, busca a Dios, se pierde…”, apostilló en su reflexión para este tercer domingo de Pascua.

En esta misma línea, recordó que “Jesús espera y respeta nuestra propia realidad, respeta nuestros tiempos. Es el Señor de la paciencia. ¡Cuánta paciencia tiene con nosotros!”. “Hay una antigua regla de los peregrinos que dice que el peregrino tiene que andar al ritmo de la persona más lenta. Jesús lo cumple: no se acelera y espera que nosotros demos el primer paso”, detalló.

Compañero de peregrinación

Eso sí, aclaró que, “cuando llega el momento nos hace la pregunta: ‘¿De qué estáis hablando?’. Se hace el ignorante para escucharnos y respondernos, pero lo hace con mucho respeto”. “En el momento en que nuestra inquietud encuentra a Jesús, allí comienza la vida de la gracia y la plenitud”, añadió.

Que el Señor nos dé a todos la gracia de encontrar a Jesús cada día, de conocerlo y saber que camina con nosotros, en todo momento. Es nuestro compañero de peregrinación”, expresó al finalizar la homilía.

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