“Jesús también estaría en el Paro Nacional”

  • Un grupo de jóvenes creyentes, de diferentes denominaciones cristianas, marcan su presencia en las movilizaciones que ya completan 17 días en Colombia
  • Con carteles rechazan el uso de la violencia y comparten un mensaje de fe y compromiso

El Paro Nacional ya completa más de dos semanas –17 días, para ser exactos–, mientras crecen las adhesiones, los inconformismos y las expresiones a favor o en contra del gobierno de Iván Duque Márquez, donde los jóvenes han tenido un particular protagonismo.



Desde que iniciaron las manifestaciones, el pasado 21 de noviembre, el Parque de los Hippies –ubicado en el barrio Chapinero, en Bogotá, se ha convertido en un icónico punto de encuentro donde convergen el arte, la música, las consignas, los ‘cacerolazos’ e incluso las ‘aulas al parque’ con la participación de profesores universitarios. Son signos de indignación colectiva, frente a los múltiples clamores que urgen el diálogo, la reconciliación y el imperativo de soluciones que apuesten por la justicia social y el desarrollo integral, como ha insistido la Iglesia colombiana.

Jóvenes cristianos disruptivos

En este mar de expresiones encontré en una de las esquinas del parque, a un disruptivo grupo de jóvenes que sostenían varios carteles: “los cristianos pedimos perdón a Colombia por no mostrar al verdadero Jesús“, rezaba una pancarta que ocupaba buena parte de la carrera séptima.

A diferencia de las mayorías, y desmarcándose de la agitación que se respiraba alrededor, estos jóvenes –de varias iglesias de inspiración cristiana, según me dijeron– lucían serenos, sosegados, y conversaban con los transeúntes.

“Jesús siempre estaba con la gente”

“Jesús también estaría en el Paro Nacional”, me dijo Alejandro Reyes, llevándose una mano a su frondosa barba mientras me explicaba que el hijo de Dios “siempre estaba con la gente, con el pueblo, tocando sus corazones”, pues la suya era una “revolución de amor, de reconciliación, de misericordia“.

Otros mensajes que sostenía el colectivo, confirmaban su apuesta por la no-violencia: “el fruto de la justicia se siembre an paz”, decía uno, y en otro se leía “el arma de Jesús nunca fue la fuerza ni la violencia, sino el servicio y la compasión“.

Misión urbana

¿Por qué participar en el Paro Nacional de esta manera?, indagué. “Mucha gente tiene una mala imagen de Dios y de Jesús, debido a que muchos cristianos no lo sabemos representar“, continuó Alejandro, quien se considera un “misionero urbano” que busca reivindicar el verdadero rostro de Jesús: “un Dios compasivo que comprende la condición del ser humano y nos reconcilia con su misericordia”.

Desde el 27 de noviembre estos jóvenes decidieron unirse al Paro porque están convencidos que Jesús también lo haría. “Él (Jesús) estaría acá, dándonos esperanza”.

Este fin de semana, la esperanza se traduce en una ‘velatón’ convocada con motivo del día de las velitas, en las vísperas de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, y ‘un canto por Colombia en la calle‘, que consiste en cuatro multitudinarios conciertos –con la participación de casi 40 artistas– que tendrán lugar este domingo 8 de diciembre, en diversos puntos de la capital colombiana. 

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