El discurso de investidura de Pedro Sánchez: ni una mención a la Iglesia en dos horas

  • El presidente del Gobierno evita pronunciarse sobre los acuerdos con la Santa Sede, la escuela concertada y la asignatura de Religión
  • El líder socialista promete una ley de eutanasia que reconozca “el derecho a elegir con libertad hasta el último minuto” de vida

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en la primera jornada del debate de investidura /EFE

El candidato a la reelección como presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha hecho ni una sola mención directa a la Iglesia en su primera intervención en el arranque del debate de investidura en el Congreso de los Diputados. Durante las casi dos horas de intervención ha evitado cualquier alusión a la “tradicional” demanda socialista en relación a la denuncia de los acuerdos Iglesia-Estado, a la financiación eclesial, al IBI… Ni una sola línea. Ni tan siquiera al reiterar su empeño por aplicar la ley de Memoria Histórica para acabar con “un mausoleo dedicado al dictador”.

Sánchez tampoco ha lanzado dardo alguno hacia la asignatura de Religión, la escuela concertada ni ha apelado a la urgencia de un pacto educativo. Simplemente, enunció su intención de fortalecer la educación pública” que garantice un “material escolar gratuito”. El líder socialista puso su énfasis en anunciar que convertirá a España “en el primer país europeo que reconozca el derecho a la educación a lo largo de toda la vida”. Para lograrlo, anunció la creación de “un nuevo ecosistema educativo”, en el que cuenta con “centros privados y públicos”.

Regular la muerte digna

Sobre otros temas que de alguna manera atañen a la comunicad católica, bien por sus implicaciones morales o sociales, el presidente del Gobierno en funciones ha hecho hincapié en el compromiso de legislar “el derecho a la eutanasia y la muerte digna”. “Vamos a impulsar ya esa regulación, defendiendo el derecho a elegir con libertad hasta el último minuto y a recibir la mejor atención médica en ese trance tan duro”, señaló Sánchez, que eludió también hablar del aborto.

En relación a la ideología de género, el presidente ha subrayado que aplicará el Plan de Acción contra los Delitos de Odio y tramitará la Ley Integral para la Igualdad de Trato y no Discriminación y la modificación de la Ley de Identidad de Género.

Ley de “familias”

En materia de política familiar, el candidato expresó su deseo de aprobar una “Ley de Familias, en plural, no en singular; una ley que debe responder a las nuevas realidades, como las familias numerosas de nuestro tiempo, las familias monoparentales, los partos múltiples y las familias de acogida”.

En los asuntos relacionados más directamente con la Doctrina Social de la Iglesia, como el empleo, Pedro Sánchez adelantó que garantizará los derechos y la dignidad de trabajadores como “las ‘kellys’, los ‘riders’ o los temporeros agrícolas” que, según él, “no son pequeñas excepciones de precariedad, sino deficiencias estructurales que tenemos que corregir”. Además, dijo que impulsará  “un nuevo Pacto de Toledo, que salvaguarde “la clave de bóveda de nuestro Estado del Bienestar, el sistema público de pensiones”.

Protección de menores

Otro de los puntos destacados de su discurso fue el anuncio de un Pacto Nacional contra la Pobreza Infantil, así como tramitar en el Consejo de Ministros la Ley Orgánica para la Protección Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, que, como adelantó Vida Nueva, aumentará la prescripción de los delitos de abusos sexuales a menores.

En materia de migraciones, no se refirió directamente a la creación de corredores humanitarios, una demanda constante de la Iglesia abanderada por la Comunidad de Sant’Egidio. Tampoco aludió a las concertinas de las fronteras de Ceuta y Melilla que el papa Francisco ha denunciado abiertamente en varias ocasiones.

Pedro Sánchez simplemente se limitó a defender que “Europa necesita de una migración regular y ordenada, sí, sin duda”, a la vez que “ha de combatir la inmigración irregular y las tramas que trafican con seres humanos, y tenemos que hacerlo sobre dos principios: solidaridad y responsabilidad”. Con esta premisa, anunció que impulsará “una reforma del sistema de asilo común europeo” y promover la cooperación con los países de origen y tránsito.

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