‘Escuela refugio’: Entreculturas reivindica que las escuelas sean espacios libres de violencia en el Día del Refugiado

  • La ONG jesuita recuerda que en 34 países se han recibido 14.000 ataques a la escuela entre 2013 y 2017
  • “Las escuelas son usadas como bases militares y los niños utilizados como combatientes”, denuncia una refugiada congolesa en Burundi

Más de 36 millones de personas refugiadas son menores. En este contexto, la escuela es un refugio para ellos. Sin embargo, las escuelas siguen siendo objeto de ataques en 34 países. Prueba de ello son los 14.000 ataques recibidos entre 2013 y 2017. Burundi y República Democrática del Congo son dos de los países peores parados, como pone de manifiesto la ONG jesuita Entreculturas.

Con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas, la entidad ha presentado su campaña ‘Escuela Refugio’, con la que reivindica que las escuelas sean espacios de paz y libres de violencia. En este sentido, Entreculturas, para sensibilizar sobre la cuestión, ha pedido a niños refugiados burundeses de la escuela primaria del campo de refugiados de Kinama y alumnos del colegio Nuestra Señora de la Paloma de Madrid que escriban y dibujen cómo les gustaría que fueran las escuelas.

Durante la presentación, varios niños del colegio de la Paloma han intervenido para pedir a la clase política medidas. Y lo han hecho con toda la inocencia y sinceridad que les caracteriza. “Dejen venir a la gente de África para que no sufran”, “inviten a todos los de África a Madrid” o “den más facilidades para que puedan vivir en sus ciudades de origen y no se tengan que ir” han sido algunas de las ideas de estos pequeños embajadores por el derecho al asilo.

Las niñas, más vulnerables

En este contexto, como ha remarcado Pablo Funes, coordinador de Cooperación de Entreculturas, las niñas son más vulnerables. Los datos lo avalan. Y es que en al menos 18 países, los ataques a la educación se dirigieron contra niñas y mujeres.

Sanganyi Namangala Tamy, refugiada congolesa en el campo de refugiados de Kinama Burundi y vicepresidenta del Comité de Refugiados, ha ofrecido su testimonio desde Burundi –pues no le han concedido el visado para viajar a España–. En nombre de todos los refugiados en el país y como testimonio de la guerra, ha querido agradecer la hospitalidad de Burundi.

Tamy se encuentra en el país desde 2013. Es madre de ocho hijos, pero dos fueron asesinados junto a su marido. “Aquel día abusaron de mí en presencia de ellos”, ha rememorado. Durante un mes fue rehén en el bosque y logró escapar. Así llegó a ser solicitante de asilo en Burundi.

Sin espacio para la educación

En el campo de refugiados trabaja para concienciar a los jóvenes de la importancia de la educación. “Las escuelas son en parte de África lugares de conflicto: los atacantes las utilizan como bases militares y los niños son reclutados como combatientes”, ha explicado. Y ha añadido: “Utilizan las madres de los pupitres para calentarse”. Y es que en tiempos de guerra, no queda espacio para la educación.

Antes de concluir sus palabras, visiblemente emocionada, Tamy ha indicado que la gente tiene que entender que “sin escuelas protegidas no hay futuro”. Por eso, ha lanzado dos peticiones. A los niños “les pido que amen la escuela y la cuiden junto a nosotros”. Y a los medios de comunicación que “sean nuestra voz para que seamos capaces de concienciar y atravesar fronteras”.

Por su parte, François Xavier Nsababandi, director de Proyectos de Educación de Entreculturas y del Servicio Jesuita a Refugiados en Burundi, que le acompañaba en la videollamada, ha señalado que “los niños refugiados deben encontrarse con escuelas seguras, para no revivir la violencia que ya han sufrido en sus países de origen”. Y ha clamado: “¡Vivan las escuelas y vivan los estudiantes!”.

Compromiso de la clase política

Irene Ortega, coordinadora de Ciudadanía de Entreculturas, ha intervenido para recordar que desde el año 2000, ha aumentado la infancia refugiada en un 26%. Por eso, ha reclamado al Gobierno de España un aumento de la ayuda al desarrollo, de la que solo un 2% se dedica a la educación.

Asimismo, le ha hecho dos peticiones: comprometerse con las escuelas seguras y hacer políticas educativas de emergencia, que “solo se demuestran con presupuesto”. Además, le ha pedido a toda la ciudadanía que incida para que “tiremos de la manga a los políticos y que se pongan las pilas”.

Desde Entreculturas, “junto a nuestras organizaciones socias, trabajamos cada día para que las escuelas sean su refugio. Para reivindicar que las escuelas sean lugares de paz, libres de violencia; lugares de reconciliación y encuentro en cualquier circunstancia, ya sea en conflictos o en contextos de violencia, ya sea en campos de personas refugiadas y desplazadas que han huido de esta violencia, o en cualquier otra circunstancia de emergencia humanitaria”, recalca la ONG.

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