Francisco visita las Marcas, una de las regiones afectadas por los terremotos del centro de Italia en 2016

  • El Pontífice visitó en la diócesis de Camerino-San Severino a las familias que, casi 3 años después, aún están en viviendas provisionales esperando el realojo
  • El Señor nos empuja a recordar, reparar, reconstruir, y a hacerlo juntos, sin olvidar nunca a los que sufren”, señaló

Los terremotos que vivió el centro de Italia desde el verano de 2016 afectaron a regiones como Amatrice, en la provincia de Rieti. Y allí se presentó Francisco por sorpresa el 4 de octubre de 2016, para celebrar el día de su santo y del patrono del país entre los barracones provisiones. Este domingo, Francisco ha visitado la región de las Marcas, una zona que también sufrió las consecuencias de los seísmos.

El Papa ha celebrado la misa con los fieles de la Diócesis de Camerino–San Severino. Francisco aterrizó en las pistas deportivas de la Universidad de Camerino tras llegar en helicóptero de Roma para compartir una mañana con todos los afectados y con el clero local que se ha implicado en la recuperación del territorio.

El olvido de la reconstrucción

Las autoridades civiles y eclesiásticas recibieron al Pontífice que se trasladó a Cortine, una zona donde los desplazados por el terremoto ocupan unas soluciones habitacionales de emergencia. De hecho, la visita papal ha puesto de manifiesto la lentitud y el olvido de las promesas en la reconstrucción. De hecho, las instalaciones están al doble de su capacidad. El Papa ha podido tratar estos temas en un encuentro con los alcaldes de los 32 municipios de la zona. El pontífice se despidió de los moradores de estas viviendas agradeciendo su paciencia y valentía.

Visita del papa Francisco a la catedral de Cortine, afectada por los terremotos de 2016.

Posteriormente en la plaza Cavour de Camerino tuvo lugar la celebración litúrgica, antes de tener una comida con los sacerdotes de la diócesis y está previsto que salude a los niños que han realizado la Primera Comunión este año antes de volver a Roma.

Frente a las esperanzas terrenales

En la homilía, el Papa comenzó preguntándose“frente a lo que habéis visto y sufrido, con las casas derrumbadas y los edificios reducidos a escombros, surge la pregunta: ¿qué es el hombre? ¿Qué es, si lo que se levanta puede colapsar en un momento? ¿Qué es, si su esperanza puede terminar reducida polvo?”. Frente al recuerdo de Dios por las personas, Francisco ha señalado que “los malos recuerdos vienen, incluso cuando no pensamos en ellos, pero pagan mal: sólo dejan melancolía y nostalgia”.

Ante el drama de la reconstrucción, Bergoglio advirtió que las esperanzas terrenales son fugaces, siempre tienen una fecha de caducidad: están hechas de ingredientes terrenales, que tarde o temprano salen mal. La esperanza del Espíritu es duradera. No expira, porque se basa en la fidelidad de Dios”.“Es una esperanza que deja paz y alegría dentro, sin importar lo que suceda fuera. Es una esperanza con fuertes raíces, que ninguna tormenta de vida puede erradicar”, añadió.

Un momento de la celebración de la eucaristía en la plaza Cavour de Camerino, en las Marcas (Italia).

Hablando de la cercanía de Dios, Francisco insistió en que “la Trinidad –fiesta del día– no es un rompecabezas teológico, sino el espléndido misterio de la cercanía de Dios”. “Con Dios, las cargas de la vida no permanecen sobre nuestros hombros: el Espíritu, al que llamamos cada vez que hacemos la señal de la cruz cuando tocamos nuestros hombros, viene a darnos fuerza, a animarnos, a soportar las cargas”, prosiguió. Por ello, recordó a las víctimas del seísmo, que Dios “es especialista en resucitar, en levantar, en reconstruir. Se necesita más fuerza para reparar que para construir, para empezar de nuevo que para empezar, para reconciliarse que para ir de un lugar a otro”.

“Estoy aquí para rezar con vosotros, Dios que nos recuerda, para que nadie se olvide de quien está en dificultad”, confesó. “Han pasado casi tres años y el riesgo es que, después de la primera participación emocional y mediática, la atención caiga y las promesas caigan en el olvido, aumentando la frustración de quienes ven el territorio cada vez más despoblado. El Señor, en cambio, nos empuja a recordar, reparar, reconstruir, y a hacerlo juntos, sin olvidar nunca a los que sufren”, concluyó.

Concluida la celebración, el obispo Francesco Massara acompañó al pontífice por las zonas más afectadas de Camerino, visitando también la reconstrucción de la iglesia de Santa María in Vía, una de las advocaciones locales con más raigambre y que sufrió fuertes daños en octubre de 2016.

Día Mundial de los refugiados

Al concluir la celebración, antes del rezo del ángelus, Francisco ha recordado la beatificación de Edvige Carboni en Cerdeña. En el Día Mundial de los refugiados, establecido por la ONU, invitó “a todos a solidarizarse con los hombres, mujeres y niños que huyen de las guerras, la persecución y las violaciones de los derechos fundamentales”. “Que nuestras comunidades eclesiales y civiles estén cerca de ellos y atentas a sus necesidades y sufrimientos”, añadió al respecto.

Agradeciendo a todos su presencia, el papa señaló que a los habitantes de San Severino de las Marcas los saludará “desde lo alto volando sobre su ciudad en helicóptero”. “Caminad juntos y con alegría por el camino de la fe, de la esperanza y de la caridad, fieles a los numerosos testimonios de santidad de los que es rica vuestra tierra”, recomendó aludiendo a los múltiples santos del entorno.

En cuanto a la situación internacional, el Papa se ha referido a “las crecientes tensiones en el Golfo Pérsico”. “Pido a todos que utilicen los instrumentos de la diplomacia para resolver los complejos problemas de los conflictos en Oriente PróximoTambién renuevo a la comunidad internacional un sincero llamamiento para que haga todo lo posible por fomentar el diálogo y la paz”, clamó.

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