El Episcopado alertó a la población sobre la existencia de un nuevo movimiento autodenominado “Iglesia Católica Apostólica Nacional Boliviana”
En Bolivia nace una nueva iglesia, literalmente. Y no hablamos en términos conceptuales ni en frases de una carta pastoral, sino de un nuevo movimiento autodenominado Iglesia Católica Apostólica Nacional Boliviana. Se trata de unos 20 sacerdotes que han decidido dejar su ministerio para formar familias con sus esposas e hijos, pero que siguen ejerciendo como tales, alejados de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Frente a esta realidad, el pasado jueves 11 de agosto la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), a través de un comunicado dado a conocer por su secretario general, Aurelio Pesoa, alertó a la población católica del país sobre la existencia de esta corriente eclesial que opera en algunas diócesis, con la participación de obispos dimitidos por el Papa y sacerdotes suspendidos por sus obispos por haber cometido alguna irregularidad o falta grave.
“Nos vemos obligados a aclarar que este grupo tiene como líder a Richard Lipacho Zambrana, que fue sacerdote católico, a quien la Santa Sede decidió dimitir del estado clerical el 24 de septiembre de 2012. Para la Iglesia Católica un sacerdote dimitido del estado clerical por el Papa es a todos los efectos un laico, por lo que no puede presidir sacramentos ni realizar acciones reservadas a los ministros de la Iglesia”, señaló la CEB.
El comunicado manifestó que dicha agrupación funciona con la participación de obispos y sacerdotes dimitidos, por lo tanto no cuentan con el permiso para celebrar ningún tipo de sacramento o misa. Por eso advirtió: “Continuar celebrando en esas condiciones supone una grave falta de simulación de los sacramentos de la Iglesia y una instrumentalización de la buena fe de las personas, aspectos que estamos en la obligación moral de denunciar”. Añadió que los miembros de la Iglesia Católica Apostólica Nacional Boliviana ofrecen mediante tarjetas celebrar sacramentos, por lo que pidieron a la población “no dejarse engañar”, porque “no pueden extender certificados válidos de los supuestos sacramentos que realizan” debido a que “las firmas de los celebrantes no pueden ser reconocidas por la Iglesia Católica, ya que no son sacerdotes católicos legítimos”.
“Debemos evitar que algo tan grande y divino como los sacramentos de la Iglesia, a través de los cuales se nos dan las gracias de Dios, sean instrumentalizados para el lucro de personas y grupos, que actúan fraudulentamente buscando intereses particulares”, concluyó el mensaje de la CEB.
Nueva iglesia
Por muchos años fueron llamados “falsos curas”, sin embargo estos sacerdotes dimitidos siempre prefirieron denominarse “miembros de la Iglesia católica reformada”, porque consideran que rescatan el valor fundamental de la familia y predican con el ejemplo.
Son un grupo de sacerdotes que han decidido dejar de estar en comunión con la Iglesia católica, pero que siguen manteniendo la misión de poner en práctica el mandato de Jesús “para el progreso de la fe y la salvación de todos los pueblos”, en comunión con otras iglesias. De esta manera, su propuesta es poner mayor énfasis en tres mensajes de la Biblia: “Vayan y anuncien el Evangelio a todos los hombres”; “Y a los que crean bautizarlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, y “Enseñarles a amar como yo los he amado”.
En el documento que presentaron a los entes estatales bolivianos para obtener su personería jurídica señalan que son una “comunión de iglesias autoacéfalas”, es decir, que poseen la capacidad de nombrar a sus arzobispos, obispos o metropolitas y “resuelven sus problemas internos sin recurrir a ninguna autoridad superior o foránea”.
La Iglesia Nacional, que tiene referentes y seguidores principalmente en Cochabamba y en La Paz, reconoce a las Iglesias del Oriente, que se llaman patriarcados, y en Occidente, a la Iglesia Católica Apostólica Brasilera. Reconocen la primacía de honor de los patriarcados, inclusive la de Roma, pero no se admite la primacía universal de derecho del Papa.
Al no tener capillas en las que puedan hacer las celebraciones eucarísticas, acuden a los domicilios particulares de sus feligreses cuando son llamados.
De esta manera, la Iglesia Católica Apostólica Nacional Boliviana, vuelve a activar el debate de un tema complejo: el celibato.
ROBERTO MONARCA. LA PAZ
