Acoger a los cristianos perseguidos, un gesto de responsabilidad

La Iglesia insta al Gobierno a cumplir con la petición de asilo de la UE

Cristianos perseguidos

Acoger a los cristianos perseguidos, un gesto de responsabilidad [extracto]

MARÍA PÉREZ | En la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), los obispos aprobaron por primera vez la celebración de una semana de oración por los cristianos perseguidos, que se celebra del 17 de mayo (festividad de la Ascensión) hasta el 24 de mayo (domingo de Pentecostés). Distintas diócesis, arciprestazgos, congregaciones y parroquias se han sumado a esta iniciativa de la CEE, que tiene un destino único: visibilizar y clamar contra una persecución que afecta a más de 200 millones de cristianos en todo el mundo, y que cada vez toca más de cerca a nuestro país. No en vano, la Comisión Europea acaba de cifrar en 1.549 los refugiados que España deberá acoger entre 2015 y 2016, como consecuencia de la entrada en vigor de la nueva Agenda Europea de Inmigración.

Esta cifra responde al cálculo que ha realizado Bruselas sobre la base de un criterio de distribución de refugiados, que tiene en cuenta factores como el PIB, la población o la tasa de desempleo. Así, los países de la UE que más refugiados deberían admitir son Alemania (3.068), Francia (2.375), Reino Unido (2.309) e Italia (1.989). España figuraría en quinto lugar entre los países que soportarían un mayor peso, aprobando al 9,1% de los solicitantes de asilo. Una cifra considerada como “excesiva” por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo: “La tasa de paro, a mi juicio, es capital para saber cuál es la capacidad de integración de un país en condiciones de dignidad–subrayó–; comprometerte a integrar a inmigrantes a los que no puedes dar trabajo es, a mi juicio, hacer un mal servicio”.

Yo también rezo por los cristianos perseguidos (AIN)Desde Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), su director, Javier Menéndez Ros, sostiene que “la acogida de refugiados es un gesto de responsabilidad por parte de los países de la Unión Europea. Son miles los que se encuentran a nuestras puertas, asediados por la crisis económica y las mafias de tratas de personas”. Menéndez Ros, quien compareció en el Congreso de los Diputados el pasado mes de abril para hablar sobre la situación de los cristianos en Asia y África (VN, nº 2.939), explica a Vida Nueva que “la medida de Bruselas es una oportunidad para mostrar nuestra solidaridad con ellos. Como dijo el papa Francisco en la Jornada Mundial de los Emigrantes y Refugiados, a la globalización del fenómeno migratorio hay que responder con la globalización de la caridad y de la cooperación”.

Según los últimos datos de ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados, en 2014 fueron 5.947 las personas que pidieron protección en España, un 31% más que 2013. De estos, 1.679 son sirios, más del doble que el pasado año. Así, ACNUR ratifica a las víctimas de esa guerra como la nacionalidad mayoritaria que demanda protección en nuestro país.

“La ausencia de derechos es real”

En conversación con Vida Nueva, la diputada del PP Rocío López afirma que “como muestra del compromiso de España con la necesidad de hallar una solución para poner fin al sufrimiento generado por el conflicto en Siria, las solicitudes de protección internacional de nacionales sirios son admitidas a trámite en su totalidad, y el Ministerio del Interior ha dado prioridad a la tramitación de estos expedientes para que los plazos se reduzcan al mínimo posible”. Desde el inicio del conflicto sirio hace cinco años y hasta la fecha, López cifra en 118 los estatutos de refugiado y 1.187 los estatutos de protección subsidiaria concedidos a ciudadanos sirios.

Este es el caso de Joseph Anwar, un joven cristiano pakistaní que tuvo que abandonar su país natal después de que su hermana y su cuñado fueran detenidos y encarcelados en 2013 por enviar supuestos mensajes de móvil blasfemos contra musulmanes. A pesar de que negaron los cargos aportando pruebas en su defensa, fueron duramente torturados por las autoridades, y continúan en prisión sentenciados a muerte.

Joseph pudo huir de Pakistán, un país en el que en la actualidad “la ausencia de derechos de la población cristiana es real: no podemos estudiar, ni trabajar, ni convertirnos en buenos profesionales; sencillamente, los musulmanes tienen más derechos que nosotros”, asegura a Vida Nueva.

Desde agosto de 2013 reside en España, donde ha recibido asilo político, y vive con los salesianos en unos pisos de acogida que regentan en Valencia. “Los países cristianos deberían abrir las puertas a los cristianos perseguidos”, clama el joven pakistaní.

Es por ello que las últimas propuestas de la Comisión Europea obligarían a España a incrementar considerablemente el esfuerzo realizado en los últimos años en materia de asilo. Nuestro país se encuentra en la actualidad entre los países de la Unión Europea que registran menos peticiones: de las 5.947 solicitudes de asilo recibidas el pasado año (en su mayoría procedentes de Siria, Ucrania y Malí), solamente se concedió protección internacional a 1.583 personas. Una cifra bastante baja con respecto al resto de países de la la UE, pues tan solo representa el 1% del total de solicitudes.

Exodus Rescue and Care es una asociación madrileña cuyo objetivo es traer refugiados de Oriente Medio a familias de acogida en España. Su directora, Beatriz Quintana, considera que es “muy difícil, ya que el grupo de refugiados español es muy limitado, por eso estamos pidiendo al Gobierno que lo amplíen”. Actualmente, la asociación se encuentra en vías de traer a España a un grupo de huérfanos pakistaníes y a un grupo de viudas jordanas cuyos maridos fueron asesinados por el Estado Islámico. “Queremos dar ejemplo, mostrar que España tiene capacidad para acoger a un pequeño grupo de mujeres y de niños; pero solo nos encontramos con trabas burocráticas”, explica Beatriz, quien lamenta que “Europa parece que no se entera de lo que está ocurriendo, es una sensación parecida al Holocausto”.

En Sevilla, María Ángeles Martínez Mora, profesora en las Escuelas Salesianas Mª Auxiliadora, mantiene el contacto con una familia siria que tuvo que huir desde Alepo hasta Damasco. Con la ayuda de los salesianos, buscan llevarlos hasta Beirut, donde esperan solicitar asilo en la embajada española. “Tenemos esperanza de que sea así”, explica.

Y es que ni siquiera la situación en el Líbano para los sirios que han logrado escapar es segura. Lo explica el voluntario de Entreculturas Pablo Funes, quien está trabajando con el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en la frontera del Líbano: “Son una comunidad cuyas condiciones de vida actuales son de extrema vulnerabilidad, lo que se supone una carga adicional para personas que han tenido que sufrir el drama de abandonar a la fuerza sus hogares tras haber presenciado los horrores de la guerra”.

Sin embargo, María Ángeles Martínez Mora reconoce que “la llegada aquí tampoco es fácil, hay refugiados que ya están viviendo en casas de salesianos en España, y tienen una situación muy complicada, pues al llegar aquí no tienen trabajo”.

“Si los cristianos se marchan, la Iglesia desaparecerá de estos lugares”, lamenta Javier Menéndez Ros, de AIN. “Pero aquellos que finalmente deciden huir, deberían ser también escuchados, apoyados y defendidos. España no puede quedar ausente de este problema que también es suyo, por eso sería deseable que se institucionalice la acogida de refugiados también por motivos de persecución religiosa”.

El asilo francés para cristianos iraquíes

Cristianos perseguidosDesde que el Estado Islámico intensificara su limpieza ética y religiosa contra minorías, el Gobierno galo ha sido uno de los que se ha mostrado más activo, tanto en el plano diplomático como en el humanitario. Tras la declaración en julio del pasado año del canciller francés Laurent Fabius afirmando que Francia estaría dispuesta a acoger a los cristianos iraquíes amenazados por radicales islámicos, en agosto comenzaron a llegar a París los primeros ciudadanos iraquíes, gracias a los visados aprobados por el Gobierno francés. A finales de 2014, la cifra de solicitudes de asilo se elevaban a 8.000, según el obispo de Saint-Etienne, Dominique Lebrun.

El ministro del Interior galo, Bernard Cazeneuve, ha afirmado que la prioridad es “resistir y combatir” al Estado Islámico, por lo que esta ampliación de las concesiones de asilo son “la respuesta a los casos extremos de cristianos perseguidos” por parte del Gobierno, siempre dando prioridad “a aquellos que tienen un vínculo directo con el país, para facilitar su inserción”.

En el nº 2.942 de Vida Nueva.

 

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