La Biblia de la CEE, a examen: Víctor Morla y Juan M. Díaz Rodelas

VN consulta a seis expertos sobre la versión oficial de la Biblia

(J. Lorenzo / M.Á. Malavia) La Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal acaba de ver la luz. Para conocer más en profundidad las características de la traducción de esta edición, seis prestigiosos biblistas españoles comentan para Vida Nueva sus opiniones, basándose en un cuestionario común. Víctor Morla reflexiona: “Muchísima gente se ha preguntado: ¿para qué otra traducción de la Biblia, con lo atestado que está el mercado de otras (buenas) traducciones?”. Juan Miguel Díaz Rodelas subraya “el esfuerzo por lograr un texto que hiciera justicia al original”.

CUESTIONARIO

1- Esta versión oficial de la CEE, ¿qué aporta con respecto a otras traducciones en castellano ya existentes? ¿Cuál sería su aspecto más específico?

2- Para la proclamación litúrgica, utilización eclesial más importante de la Biblia, ¿qué diferencias aporta con respecto a la traducción actualmente en vigor?

3- ¿Cómo se ha tenido en cuenta en la traducción el aspecto pastoral y el ecuménico?

4- ¿Qué ventajas e inconvenientes presenta la existencia de una Biblia oficial de una Conferencia Episcopal?

Víctor Morla Asensio, doctor en Sagrada Escritura

1- Creo que no contiene aspectos específicos. Tanto la traducción como las notas coinciden en líneas generales con las propuestas de otras versiones. De esto puedo dar fe, pues he colaborado como traductor en otras tres, aparte de ésta: Casa de la Biblia, Nueva Biblia de Jerusalén y Antiguo Testamento Ecuménico.

2- Creo que esta traducción, debido quizá al exceso de traductores y, por tanto, a la diversidad de estilos, ha perdido vigor en muchos puntos, desde lo linguístico, en relación a la traducción litúrgica en vigor.

3- En líneas generales, me parece aceptable.

4- Inconvenientes propiamente dichos, ninguno. Es mi opinión. Pero de esto tendrían que hablar otros editores que se han dedicado durante décadas a la difusión de la Biblia. Respecto a las ventajas, tampoco creo que aporte ninguna de relieve. Más aún, muchísima gente se ha preguntado: ¿para qué otra traducción de la Biblia, con lo atestado que está el mercado de otras (buenas) traducciones?


Juan Miguel Díaz Rodelas, secretario de la Comisión Técnica para la traducción de la Biblia de la CEE

1- La principal aportación de esta Biblia, que constituye además uno de sus objetivos, es la inclusión de los textos bíblicos que se proclaman en la liturgia en el marco al cual pertenecen originalmente, es decir, el texto completo de la Biblia, traducido todo él según los mismos criterios.

2- Desde que esta versión de la Biblia salió a las librerías, se ha repetido uno de los criterios de esta nueva versión de la Sagrada Escritura, que era partir de la traducción hecha entre los años sesenta y ochenta del siglo pasado para los leccionarios litúrgicos; de modo que sólo se podían introducir cambios en ella cuando, por distintas razones, se consideraran estrictamente necesarios. El gran esfuerzo de los traductores ha sido imaginar los criterios que se aplicaron en aquella traducción y aplicarlos, con ciertos matices, a los demás textos de la Biblia.

3- También estos dos aspectos se consideraron al emprender una nueva traducción. De ellos, el aspecto pastoral parecía más fácil de concretar y ha significado, en primer lugar, el esfuerzo por lograr un texto que hiciera justicia al original, con todas sus connotaciones, y respondiera a la forma en que se escribe y se habla normalmente en español. Además, se ha procurado que la traducción circulara más allá del círculo cerrado de los encargados de hacerla, de modo que han sido muchas las personas que han podido hacer observaciones muy pertinentes al texto propuesto antes de que se convirtiera en definitivo. Y como entre las personas consultadas las había especialmente sensibilizadas en el diálogo ecuménico e incluso interreligioso, sus opiniones han ayudado a que el trabajo final, siendo una versión católica, lleve también, a mi entender, un sello ecuménico.

4- Me va a permitir que conteste a su pregunta introduciendo algún matiz sobre los términos de la misma: lo que se ofrece no es una Biblia oficial, lo cual, además de pretencioso, sería casi un disparate: en cuanto tal, la Biblia es la Biblia, es decir, la Palabra de Dios escrita, y no necesita sello de oficialidad. Si se da cuenta, el título y el subtítulo expresan muy bien lo que quiere ser esta traducción –y debo decir que no ha sido un servidor quien los ha pensado–: Sagrada Biblia. Versión oficial de la CEE. Eso es exactamente lo que se ha puesto en el mercado: una versión de la Biblia a la que los obispos españoles han dado el carácter de oficial; en la presentación de la edición por parte del cardenal Rouco se especifica que ello significa que será la traducción de la que se tomen los textos para las actividades litúrgicas y catequéticas de la Iglesia española. Ahí está la oficialidad. Como traducción, circulará en el mercado con las otras muchas ediciones que hay en la actualidad y que seguramente verán la luz en el futuro. Por mi parte, el cariño que le he ido tomando durante el largo proceso de su gestación crea en mí la ilusión de que llegue a ocupar un lugar importante en la vida de los cristianos que hablan españo..

En el nº 2.741 de Vida Nueva.

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