Antonio Gómez Cantero: “La puerta de mi casa está abierta para el que necesite hablar”

Antonio Gómez Cantero, obispo electo de Teruel y Albarracín

Obispo electo de Teruel y Albarracín

Antonio Gómez Cantero, obispo electo de Teruel y Albarracín

RUBÉN CRUZ | Teruel ya tiene padrecico. El pasado 30 de octubre recibió una llamada del nuncio Renzo Fratini. Al día siguiente, acudió a su encuentro. Le esperaba con una carta en la que Francisco le pedía que aceptara el encargo de pastorear la Diócesis de Teruel y Albarracín. Y aceptó plasmando su firma. Sin embargo, se impuso el silencio hasta el 17 de noviembre. “La gente me veía raro, me decían: no tienes el ánimo como otras veces”, explica a Vida Nueva. Él aludía a problemas en el obispado con exceso de papeleo. “Mentía como un bellaco”, dice en tono jocoso Antonio Gómez Cantero.

La realidad es que Palencia se está convirtiendo en una fábrica de obispos. En los últimos diez años, los tres vicarios generales –Manuel Sánchez Monge, Gerardo Melgar y él– han sido nombrados.

Al ser preguntado sobre cuál será su aportación a Teruel, Cantero tiene claro que “es diócesis desde hace más de cuatro siglos y ha funcionado perfectamente. Yo estaré para animar, para impulsar y para poner mi gota de creatividad”, indica. Para ello irá de la mano de todos, porque “un carro no tira si no empujamos todos: laicos, religiosos, sacerdotes…”. Para Cantero “la Iglesia es como un abanico de colores. Va sujetado por un clavo, que es Cristo, pero cuanta más riqueza haya, mejor, porque más gente puede conocer el Evangelio, a Cristo y a la Iglesia. Pero siempre sujetando ese clavo”, señala.

Al lado de los jóvenes

Su vida no se entiende sin los jóvenes. En la parroquia, en una plaza, en su casa, cualquier lugar es válido para ayudarlos en su caminar. “Creo que es un don de Dios que un chaval de 15 años venga a hablar conmigo”, cuenta. “A un chaval le deja la novia y viene a mí llorando… Yo le abro la puerta de casa sea la hora que sea”, añade. Y es que el palentino está convencido de que “Dios es ternura, y no me cansaré de repetirlo nunca”.

En Palencia ha sido delegado de Pastoral Juvenil y Vocacional. Y desde pequeño ha estado en el Movimiento Junior de Acción Católica. “Es parte de mi vida el hablar y, sobre todo, el escuchar. A los chavales siempre les digo algo: nunca te voy a dar una receta, porque las recetas las hace uno para sí mismo. Yo te voy a hacer muchas preguntas y tú solo te las responderás. Ese es el camino”, señala.

Una de las cosas que más echará de menos de Palencia es a los chavales con los que comparte su día a día y a los matrimonios jóvenes que acompaña. Sin embargo, es consciente de que en Teruel hay una buena pastoral juvenil y va a estar ahí para seguir impulsándola. “Cualquier joven que quiera hablar tendrá la puerta de mi casa abierta siempre, al igual que cualquier otra persona”, indica. Pero siente debilidad por los jóvenes al verlos más vulnerables. Por ejemplo, el “pequeñajo” Gonzalo, uno de sus monaguillos, le hizo derramar alguna lágrima el otro día al abrazarlo cuando se enteró de que se iba lejos. Otro chaval de 16 años, al que lleva acompañando un tiempo, le escribió una carta llena de “palabras bonitas que no merezco”.

Por si fuera poco, el palentino es el primer actor que es llamado al episcopado. Cantero ha participado en varias películas de Contracorriente Producciones, como Poveda.

Antonio será ordenado el próximo 21 de enero, día de santa Emerenciana, patrona de Teruel. El 22 irá a la catedral de Albarracín “para darles un abrazo”. Y el 23 celebrará misa en la parroquia de Santa Emerenciana. Pero llegará a tierras turolenses antes, al finalizar los ejercicios espirituales de los obispos –del 8 al 12 de enero–. Sin embargo, aunque todavía no se haya hecho presente, ya va promocionando su nueva tierra. En su saludo al Rey en la visita real a Añastro, le dijo: “Majestad, no se olvide de que Teruel también existe”.

Publicado en el número 3.013 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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