Presidenta de la UISG
Entrevista con Mary Lou Wirtz [extracto]
DARÍO MENOR. ROMA | La estadounidense Mary Lou Wirtz, religiosa de las Franciscanas Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, es la presidenta de la Unión Internacional de Superiores Generales (UISG).
– ¿Por qué se eligió el tema del liderazgo para ser debatido en esta Plenaria?
– Celebramos un encuentro entre las plenarias, en el que las delegadas de los distintos grupos de trabajo deciden cuál será el tema a tratar. De los diferentes que se plantearon, esta cuestión abordaba la mayoría de las inquietudes. También reconoce que el concepto del liderazgo ha cambiado mucho desde el Concilio Vaticano II hasta ahora.
– ¿Cómo ha cambiado el liderazgo en la Vida Religiosa en los últimos 50 años?
– Para muchas congregaciones, el liderazgo es ahora menos jerárquico y más circular. Hay más participación y se comparten más cosas entre los miembros. Creo que esos son dos de los grandes aspectos que experimentamos.
– ¿Cómo valora la forma de ejercer el liderazgo por parte del papa Francisco?
– Su manera de liderarnos nos recuerda a todos cómo debemos ejercer la autoridad. Para nosotros, es una bocanada de aire fresco que alguien del nivel del Papa manifieste esta forma de liderazgo, apostando por consultar los temas y tener a más partícipes en la toma de decisión.
– ¿Hay forma de saber que las ideas planteadas en la Plenaria son luego llevadas a la práctica en las distintas congregaciones?
– Depende de lo que cada una hace cuando vuelve a su realidad después de estos días. La situación no es la misma en todas las zonas. Lo que es importante en algunas, no lo es tanto en otras. Cada una aplicará los temas que más se adecuan a su situación, a su región y a su gente. Mi experiencia, en cualquier caso, es muy positiva. En la Asamblea hay mucha energía, se puede sentir desde el primer día. En las mesas, aunque estén divididas entre los distintos idiomas, hay diferentes países representados. Se logra una experiencia muy amplia de cómo se perciben las distintas ideas. Es algo muy educativo, que además refuerza y anima, y nos ayuda a todos a tener una visión más amplia.
– La Plenaria es, además, un momento estupendo para que las superioras se conozcan entre ellas y surjan proyectos conjuntos. ¿Cómo se favorece la intercongregacionalidad? desde la UISG?
– La intercongregacionalidad es una obligación hoy para la Vida Consagrada. Es increíble ver que, por debajo de las diferencias, estamos conectados en los niveles importantes de nuestra vida. Tenemos muchos puntos en común: estamos aquí para servir. Eso nos une. En la UISG contamos con dos proyectos concretos de intercongregacionalidad: la iniciativa de Solidaridad con Sudán del Sur, que promueve el desarrollo educativo y sanitario de este país, y Talitha Kum, dedicado a luchar contra la trata.
– El trabajo de la Plenaria se organiza por medio de grupos pequeños, las “constelaciones”. ¿Se consigue así que todas las ideas salgan a la luz?
– Llevamos mucho tiempo organizándonos así y funciona muy bien. Responde a la necesidad de conseguir aportaciones de todo el mundo. Estamos hablando de un número muy grande de religiosas. Se dividen en áreas geográficas y luego se eligen a las delegadas que participan con el resto de representantes. Para lograr que el documento final de síntesis recoja todas las ideas que salen del encuentro y sirva de líneas a seguir para los próximos líderes, hay un grupo de personas que resumen al final del día los temas principales que han salido en las discusiones.
En el nº 2.847 de Vida Nueva.
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