Entrevista con el arzobispo de Bagdad (Irak)
TEXTO Y FOTO: VICENTE L. GARCÍA | Este carmelita lleva años denunciando la situación de desmembramiento de Oriente Medio, el genocidio étnico-religioso que está viviendo la población y la instrumentalización política de las religiones. Jean Benjamin Sleiman sufrió la guerra de Irak y la posguerra, y permaneció firme en su misión aun en los momentos más difíciles. Con motivo de la clausura del Año Teresiano, el arzobispo estuvo en Vitoria ofreciendo una conferencia y atendiendo a Vida Nueva.
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PREGUNTA.- No podemos empezar de otra manera la entrevista que preguntándole por los atentados de París que han conmocionado al mundo…
RESPUESTA.- Los ataques de París son horribles. Los de Beirut no son menos. El avión ruso que los terroristas atacaron, aún más. Lloro por todas esas víctimas inocentes y me uno en oración al sufrimiento de las familias afectadas por esta tragedia, así como al dolor de los franceses. Los que utilizan el terrorismo han de saber que están condenados y que sus acciones les perseguirán tanto en este mundo como en el más allá.
P.- Hay quien dice que los refugiados no son trigo limpio…
R.- El problema de los refugiados es muy ambiguo. No todo el que pide ser acogido como refugiado lo es. Hay que tener presentes algunos detalles: un cristiano de Irak o Siria que viene a Europa no tiene más pretensiones que las de mejorar la situación de su familia; pero, no nos engañemos, hay que ser realista, un musulmán puede que no tenga esa intención. Por un lado, el fundamentalismo islámico está instrumentalizando a los pobres. Y luego hay un dato que hace sospechar: ¿por qué un musulmán escoge como destino un país de Europa y no cualquiera de los prósperos países árabes? Además, otro dato concreto en el caso de Siria es que este país imprimía sus pasaportes en Francia y se ha descubierto una red que traficaba con estos documentos, dando así nacionalidad siria a quien no lo era y facilitando de esa manera la entrada en Europa a muchos personas. Hay diversos fundamentalismos religiosos en el islam que están alcanzando el rango de cultura y eso acaba siendo muy peligroso para la religión y para la sociedad.
P.- ¿La fuerza adquirida por el autodenominado Estado Islámico formaría parte de intereses más políticos que religiosos?
R.- Sí, sin duda. Es una consecuencia más de la instrumentalización que los poderes políticos y económicos están haciendo de la religión. Hay que tener muy presente que las poblaciones de estos países son sociedades oprimidas, y que su aislamiento cultural ha enquistado culturas ancestrales que tras los cambios políticos se han radicalizado e instrumentalizado por el fanatismo religioso y político. ¿Qué fue la primavera árabe? Una mentira, no fue tal primavera porque fue teledirigida desde planes políticos internos, regionales e internacionales.
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En el nº 2.966 de Vida Nueva
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