Rubén Serrano Jiménez, presidente de la Juventud Estudiante Católica (JEC)
Presidente General de la Juventud Estudiante Católica (JEC)

Cuidamos el trabajo para cuidar a las personas


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El 1 de mayo fue un día de descanso y desconexión para muchas de nosotras. No tener que ir a trabajar o al instituto/universidad un miércoles siempre ayuda a que la semana no se haga tan pesada.



Pero el 1 de mayo no es solo un día de descanso, es el Día Internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras y la festividad de San José Obrero. Este día es importante porque conmemoramos y reivindicamos las necesidades de las personas trabajadoras y la lucha por un trabajo decente.

No me da tiempo…¿a vivir?

Desde la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD), este 1 de mayo reivindicamos la necesidad de establecer políticas que permitan conciliar la vida familiar/personal con nuestro trabajo. Tal y como reflejamos en el comunicado de ITD, “el tiempo que invertimos en el trabajo supone entre el 40-50% de nuestro día, solo teniendo en cuenta una jornada laboral de ocho horas diarias más el desplazamiento que se debe hacer para llegar al trabajo”. Esto sin tener en cuenta todas las horas “extras” que cada vez son más rutinarias, o la falta de desconexión digital que te obliga a estar pendiente del trabajo incluso fuera de tu jornada laboral.

La jornada laboral no puede abarcar toda nuestra vida; el trabajo tiene que permitirnos tiempo para el descanso y el ocio en nuestro día a día. Para mantener nuestra salud y no sufrir estrés, depresión o ansiedad necesitamos un equilibrio entre el tiempo que dedicamos a la jornada laboral (o a todo lo relacionado con la misma, como puede ser el desplazamiento), y el tiempo que nos dedicamos a nosotras y a nuestras relaciones. Este equilibrio nos ayuda a un mayor bienestar y nos permite estar atadas permanentemente a nuestro empleo pensando en cómo conciliarlo con el resto de nuestra vida.

Salud laboral y precariedad

Este año, Iglesia por el Trabajo Decente estamos reivindicando la necesidad de cuidar el trabajo como forma de cuidar a las personas, y de mejorar nuestra visión de salud laboral, entendiendo esta no solo como accidentes o enfermedades en el ámbito del trabajo, sino también como un modo de “garantizar el bienestar de las personas al desarrollar su profesión. Por tanto, abarca la estabilidad psicológica y emocional de las personas trabajadoras” (Manifiesto de ITD).

No nos podemos olvidar de los accidentes laborales que siguen sucediendo, y que son cada vez más habituales en ciertos sectores, ni de las situaciones de precariedad que hacen que cientos de personas no lleguen a final de mes a pesar de estar trabajando, y se vean obligadas a realizar horas extra (muchas veces mal remuneradas) o a pluriemplearse.

SAN SEBASTIAN, 03/10/2023.- Una camarera atiende a una cliente este martes en San Sebastián. Según los datos de desempleo de septiembre, dados a conocer este martes, el 40,4 % de las personas en desempleo son de larga duración, es decir, llevan más de un año buscando empleo. EFE/Javi Colmenero

Todos estos problemas son el día a día de cientos de jóvenes en nuestro país. Según el último Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, una persona joven con un sueldo mediano necesitaría 76,9 euros extra cada mes para poder independizarse. Todo esto teniendo en cuenta únicamente el alquiler mediano y el gasto mediano de los suministros de una vivienda; es decir, sin tener en cuenta comidas, ocio o cualquier otro tipo de gasto).

Es por esto que, unidos a ITD, reclamamos “un mayor compromiso en favorecer el cuidado de las personas trabajadoras, promoviendo políticas que permitan una conciliación real. (…) Reclamamos también que la salud laboral sea un derecho fundamental para todas las personas y sea prioritario en cualquier entorno”.