Javier Valiente: “Hemos de ser audaces para llevar el Evangelio a la Red”

Javier Valiente responsable Comunicación Salesianos

Responsable de Comunicación de los salesianos en España

Javier Valiente responsable Comunicación Salesianos

MAITE LÓPEZ MARTÍNEZ | Hace pocos días, Benedicto XVI hacía público el Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2012, animando y orientando con palabras llenas de sabiduría “la obra de evangelización que la Iglesia realiza a través de los medios de comunicación social”. Asumiendo dicha misión, la Vida Consagrada (VC) se va haciendo cada vez más presente en Internet. Algunos, incluso, lo hacen de manera profesional, como el salesiano Javier Valiente, periodista y responsable de comunicación en su congregación.

– ¿Ha habido un cambio en los últimos años con respecto a la actitud de los religiosos y religiosas hacia Internet?

– Sí, claro que ha cambiado la actitud y el uso de la tecnología. Como toda la sociedad, nos hemos dado cuenta de la importancia de Internet, de los cambios que está produciendo y su repercusión en la vida de las personas. Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI han animado a toda la Iglesia a estar presente en este nuevo continente, con propuestas y contenidos, aprovechando las posibilidades que ofrece, pero también con una actitud crítica, educadora, sabiendo discernir.

– ¿Qué puede aportar la VC a las redes sociales, especialmente Facebook y Twitter?

– Benedicto XVI animaba a los sacerdotes a estar presentes en la Red para ofrecer una presencia de Iglesia en el continente digital. Estar en las redes –con cabeza y corazón pastoral– es utilizar unas aplicaciones para comunicarnos, entrar en contacto con personas que conocemos, colaboradores, jóvenes de nuestros grupos, etc. En estos espacios podemos llevar lo que somos, ofrecer nuestra visión de la vida y la realidad desde el Evangelio. Ayudar a construir la Red también con otro tipo de contenidos, contar lo que hacemos, qué nos mueve, cómo entendemos la vida… Lo que hacemos en nuestra vida de cada día, trasladado, en la medida en que sea posible, a la Red.

“Tenemos que saber utilizar una tecnología
pero, sobre todo, reflexionar sobre
los cambios culturales y antropológicos
en el ámbito de las relaciones, del conocimiento,
de la información, que se están produciendo”.

– Hay algunas voces críticas hacia los religiosos y religiosas que frecuentan las redes sociales. Desde fuera, últimamente se critica una “descomposición” de la VC, incluso que los medios de comunicación no son espacios propios para la evangelización. Y, desde dentro, existe el temor a que sean zonas de huida o de compensación. ¿Son temores con fundamento o visiones deformadas de la realidad?

– Sería muy extenso hacer un elenco de las veces que la Iglesia, en sus documentos, y muy especialmente Juan Pablo II, invita a sacerdotes y religiosos a usar los medios de comunicación para evangelizar, conocerlos para educar a otros, hacer presente en la cultura de los medios –también en la cultura digital– el mensaje de Jesús, la vida de la Iglesia, etc. Uno de los escenarios que señalan los Lineamenta para el Sínodo de la Nueva Evangelización es, precisamente, el de los medios de comunicación. Decía Benedicto XVI que, igual que los apóstoles fueron audaces para llevar el mensaje del Evangelio a una cultura determinada, hoy tenemos que serlo para llevarlo al continente digital.

– ¿Y esto qué significa?

– Saber utilizar una tecnología pero, sobre todo, reflexionar sobre los cambios culturales y antropológicos en el ámbito de las relaciones, del conocimiento, de la información, que se están produciendo. Según los campos de misión de las congregaciones, tendrán que tener en cuenta cómo todo esto afecta a sus destinatarios (pienso en los que se dedican a la educación y trabajan con jóvenes, especialmente). Esta es la sociedad y la cultura que tenemos que evangelizar. También existen riesgos, peligros. No solo para los religiosos. Casi todas las realidades de nuestra vida tienen esa doble cara. Por eso es importante la formación, no olvidar quiénes somos, a quién nos debemos y cuál es nuestra misión, estemos donde estemos. Y sin absolutizar el valor de las redes sociales, dándoles el valor que puede tener estar presentes en ellas –personal o institucionalmente–, como prolongación de nuestra vida y misión.

Levadura

En las redes sociales se mueven millones de personas. Y también conviven millones de ideas distintas. Muchas, opuestas. Pero todas son fugaces. Hoy día, sembrar semillas del Evangelio pasa necesariamente por lanzar mensajes digitales de de fe, esperanza y amor. Y ayudar así a que las multitudes puedan tocar, al menos digitalmente, el borde del manto de Jesús.

mtlopez@vidanueva.es

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