Francisco despide a Hummes recordando que nunca se olvidará de los pobres

“Llevo siempre vivas en mi memoria las palabras que me dijo don Cláudio, el 13 de marzo de 2013, pidiéndome que no me olvidara de los pobres”. Así lo ha afirmado el papa Francisco en el telegrama de condolencias enviado al arzobispo de São Paulo, el cardenal Odilo Pedro Scherer, este 5 de julio tras el fallecimiento ayer del cardenal Cláudio Hummes, OFM.



El Pontífice ha puesto en valor “los largos años de su dedicado y celoso servicio, siempre guiado por los valores evangélicos, a la santa madre Iglesia en los diversos cargos pastorales que le fueron confiados, tanto en Brasil, como en la Curia romana, y por su compromiso en los últimos años con la Iglesia que camina en la Amazonía”.

Jorge Mario Bergoglio recuerda a su “querido hermano” y traslada su “profundo dolor” ante la pérdida del ex prefecto emérito de la Congregación para el Clero y “eleva al Altísimo los sufragios por su eterno descanso”.

El purpurado fallecía ayer en Brasil a los 87 años de edad a causa de un cáncer que ha debilitado su estado físico en los últimos meses. Su cuerpo será velado en la catedral metropolitana de São Paulo, donde se celebrarán varias misas por su eterno descanso.

Hummes se marcha sin hacer ruido, con la humildad franciscana que le ha caracterizado. El purpurado brasileño pasará a la historia como el hombre que susurró al oído de Francisco: “No te olvides de los pobres”. El propio Bergoglio lo contaba así el 16 de marzo de 2013, solo tres días después de ser elegido, en una audiencia con los 6.000 periodistas que cubrieron el cónclave: “Durante las elecciones lo tenía al lado: un gran amigo. Cuando la cosa se ponía un poco peligrosa, él me confortaba”.

Y continuó: “Cuando los votos subieron a los dos tercios, hubo el acostumbrado aplauso, porque había sido elegido. Y él me abrazó, me besó, y me dijo: ‘No te olvides de los pobres’”.

Cláudio Hummes, un profeta

Cláudio Hummes, OFM (Brasil, 1934) fue ordenado sacerdote en 1958. Luego fue enviado a Roma, donde se doctoró en Filosofía en la Universidad Antonianum, en 1963.

De regreso en Brasil, fue profesor de filosofía en la Facultad de Filosofía de la OFM y en la Pontificia Universidad Católica de Porto Alegre (RS). De 1968 a 1972 fue director de la Facultad de Filosofía de Viamão (RS). De 1972 a 1975 fue superior provincial de la OFM.

En 1975, nombrado obispo de Santo André (SP), permaneció allí durante 21 años, siendo luego, en 1996, nombrado arzobispo de Fortaleza (CE) y, en 1998, arzobispo de São Paulo. En 2001 fue creado cardenal por Juan Pablo II, siendo arzobispo de São Paulo hasta 2006, cuando fue llamado a Roma para ser prefecto de la Congregación para el Clero, donde permaneció hasta que fue sustituido por límite de edad, a fines de 2010.

De regreso a Brasil, fue nombrado presidente de la Comisión Episcopal para la Amazonía, de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), cargo que ocupó hasta marzo de 2022. En 2014, ayudó a crear la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), de la que fue el primer presidente. Fue relator general del Sínodo para la Amazonía en 2019, y desde julio de 2020 hasta marzo de 2022 presidió la recién creada Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA).

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