El informe de abusos de Friburgo denuncia el encubrimiento sistemático del ex presidente de los obispos alemanes

Robert Zollitsch reconocía ya en 2022 haber sido “demasiado ingenuo”

Zollitsch

Las diócesis alemanas continúan con la elaboración de sus informes acerca de los casos de abusos que se han producido en su historia reciente. Y, ahora, el estudio independiente elaborado acerca de lo acontecido en la Iglesia de Friburgo señala por “encubrimiento sistemático” a Robert Zollitsch, quien fuera su arzobispo durante una década.



Zollitsch, que hoy tiene 84 años, dirigió la Archidiócesis de Friburgo de 2003 a 2013, y entre 2008 y 2014 fue presidente de la Conferencia Episcopal Alemana.

El informe expresa que “ignoró por completo el Derecho Canónico, es decir, el derecho eclesiástico, en relación con los casos de abuso”. Eugen Endress, uno de los autores del mismo, puso como ejemplo de ello el caso de un clérigo que abuso de niños y jóvenes no fue castigado por la ley canónica. “Nos quedamos sin palabras”, ha asegurado.

Disculpas del arzobispo

Sin embargo, en 2022 era el propio Zollitsch quien admitía, en un vídeo dirigido a las víctimas y sus familiares, su responsabilidad por haber sido “demasiado ingenuo” ante los casos que acontecían en la archidiócesis y que, poco a poco, han ido saliendo a la luz.

“Día tras día me preocupa el hecho de los abusos sexuales en nuestra Iglesia”, reconocía, entonando el ‘mea culpa’: “durante mucho, demasiado tiempo, mi actitud y mis acciones se han guiado demasiado por el bienestar de la Iglesia Católica y demasiado poco por la simpatía por el sufrimiento de los afectados y el cuidado de las víctimas”.

“Hoy sé que fui demasiado ingenuo y demasiado inocente al tratar con mis hermanos que, de cualquier manera, abusaron de los niños, jóvenes y adultos que les habían sido confiados. Estaba muy feliz de creer las declaraciones y promesas de los perpetradores y quería darles a aquellos que se habían hecho culpables, lamentado su comportamiento en una conversación conmigo y me prometieron arrepentimiento, una segunda oportunidad”, explica.

Sin embargo, reconoce que “no he captado el alcance y, sobre todo, las consecuencias para los afectados por los delitos de violencia y abuso sexualizados y no he mirado la verdad a los ojos”. “De acuerdo con la tradición de la iglesia y la práctica establecida, mi esfuerzo personal fue tratar internamente los casos de violencia sexual y abuso”, añade, subrayando que “lo lamento con todo mi corazón. Lo siento sinceramente”.

“Siempre sabiendo que esto no puede deshacer todas las decisiones y que esto no cambia las terribles experiencias de los afectados y sus familias que las sufren a lo largo de sus vidas, os pido perdón por el sufrimiento adicional que mi comportamiento te ha causado a ti, que has sufrido violencia sexual y cualquier forma de abuso”.

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