Cáritas Argentina impulsa el deporte como escuela de vida

En el año 2013, en el discurso al Comité Olímpico Europeo, el papa Francisco señaló el vínculo entre Iglesia y deporte, donde subrayó: “Comprometerse en el deporte, de hecho, nos lleva a mirar más allá de nosotros mismos y de nuestros propios intereses, de una manera sana; entrena el espíritu de sacrificio y, si se organiza bien, promueve la lealtad en las relaciones interpersonales, la amistad, y el respeto a las normas”.



En esta misma línea, Cáritas recoge la iniciativa de integración deporte-vida para contener y desarrollar a niños y jóvenes de sectores vulnerables, siempre desde un espacio de prevención.

Con el objetivo de impulsar el deporte y generar espacios comunitarios, la organización pretende asumir y potenciar una tradición pastoral en la Iglesia, que siempre entendió al deporte como una escuela de formación y crecimiento para los jóvenes. La propuesta es convertir ese espacio en un ámbito de integración, con personas que acompañen y ayuden a ordenar, a poner reglas, a vivir los valores del deporte.

Deporte, escuela de vida

El P. José María “Pepe” Di Paola, el reconocido cura villero que coordina la pastoral de drogadependencia, afirma que “El deporte para nosotros es una escuela de vida y sabemos que a través él se pueden enseñar muchísimas cosas en la infancia y en la juventud”.

Explica que es especialmente importante para el trabajo de prevención en los barrios, que se apoya sobre las ‘3 C’: capilla, club y colegio. “Vemos que si estas instituciones son fuertes en un barrio, los jóvenes por más problemas personales o familiares que tengan, van a tener 3 lugares en dónde apoyarse y así van a poder desarrollar su vida y sus capacidades”. Nos encontramos con barriadas donde no hay club, capilla ni colegio. Por eso, la promoción del club que ofrece deportes nos parece muy importante”, afirmó.

El Padre Pepe piensa que se trata de “retomar un camino que se inició hace mucho tiempo, porque de hecho tenemos clubes importantes que fueron iniciados por parroquias. “Creemos que, a través de esta pastoral con Cáritas, se puede unir el trabajo que se viene realizando en los barrios de todo el país, reorientarlo y darle mucha fuerza a nivel nacional”. Y continuó: “… tenemos que valorar mucho las propuestas de los antiguos clubes de barrios, a los que hay que apoyar y tratar de reflotar, con ayuda de la comunidad y del Estado, para que vuelvan a tener ese valor que tenían”.

En el contexto de la emergencia sanitaria, esta propuesta es asumida como un elemento de valor para acompañar la difícil situación que enfrentarán los barrios más postergados al final de la pandemia. Mientras tanto, comenzarán a relevarse las experiencias en el país, y una vez sistematizada la información, se hará un encuentro virtual con los referentes para intercambiar ideas, unificar criterios y comenzar un camino con una agenda común.

El trabajo de la Iglesia

En la Iglesia hay muchas experiencias relacionadas con el deporte: trabajos y comunidades parroquiales organizados, espacios para fútbol, articulación con pequeños clubes locales, diócesis que organizan sus propias olimpíadas con lugares de encuentro para jóvenes. La propuesta, ahora, es ir potenciando y relacionando estas iniciativas, animar la creación de nuevos espacios y llegar a tejer una red más organizada que tenga alcance nacional.

Más adelante, en la medida que se pueda, está previsto empezar a conectar los clubes que están cerca, para tratar de formar pequeñas ligas locales, y, en un futuro no muy lejano, soñar con olimpíadas, zonales o diocesanas,  hasta llegar a realizar alguna acción (campeonato, olimpíada, etc.) en el plano nacional.

Finalmente, el P. Pepe, señaló que entre Cáritas, la Pastoral de Adicciones, los Centros Barriales, las parroquias y comunidades, se puede armar un trabajo serio de lo que significa una pastoral de la Iglesia en este sentido. Pensemos que la Iglesia, o que “el patio de la iglesia”, ha sido siempre un lugar de encuentro y ha brindado un sentido de pertenencia para el desarrollo de capacidades, para los sueños, para el nacimiento de muchas vocaciones de servicio a la comunidad.

Fuente: Cáritas Argentina

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