Cáritas alerta: tres millones de hogares se hunden en la pobreza severa cada mes tras pagar las facturas básicas y la vivienda

Hasta seis millones de personas se han tenido que privar de alimentos por la crisis inflacionista y dos millones de personas con trabajo están atrapadas en la exclusión social

Cáritas Española - informe pobreza

La subida imparable de los precios de estos últimos meses está haciendo estragos en el bolsillo de todos los españoles. Se calcula que los gastos familiares se han disparado hasta un 30%, cuando en las casas más humildes apenas se han aumentado los ingresos (apenas un 0,5%). Pero se vuelve asfixiante para lo que ya les costaba llegar a fin de mes. Así lo recoge el informe más reciente de Cáritas Española, que asegura que el 16,8% de las familias se ven atrapados por debajo del umbral de la pobreza severa una vez pagada la vivienda y los suministros eléctricos. Se trata de hasta tres millones de hogares.



En el estudio ‘Ingresos y gastos: una ecuación que condiciona nuestra calidad de vida’, presentado esta mañana, también se recoge que los hogares con menos ingresos invierten más de seis de cada diez euros en vivienda y alimentación. Además, el 16% de la población en alquiler experimenta un nivel extremo de estrés financiero, es decir, destinan el 60% de sus ingresos al pago del alquiler.

El aceite de oliva a diez euros

“La sencilla y abrumadora fórmula de ingresos menos gastos es lo que marca hoy la vida de las personas”, aseveró Daniel Rodríguez de Blas, investigador del Equipo de Estudios de Cáritas Española. “Ver el aceite de oliva a diez euros nos divide en dos grupos: los que se sorprenden por el precio, pero pueden meterlo en su cesta de la compra y los que tienen que devolver la botella al estante”, expresó Rodríguez. A raíz de esta ilustrativa imagen, advirtió de cómo hasta seis millones de personas tienen que hacer una renuncia explícita a comer como lo hacían hasta hace poco porque han tenido que ejecutar privaciones alimenticias que pone en jaque su alimentación con efectos en su salud física y mental.

Para Natalia Peiro, la actual crisis inflacionaria está golpeando “la capacidad para hacer frente a gastos cotidianos como los suministros o la alimentación”, todavía más a las familias que ya se encuentran en riesgo de exclusión. La secretaria general de Cáritas Española denunció que esta realidad no es sino un suma y sigue de las crisis de 2008 y de 2015: “Los vaivenes sociales continúan azotando a las familias en su día a día”.

Indicadores de privación material

Y es que, el estudio de Cáritas se detiene en algunos indicadores que permiten calibrar ese grado de privación material severa que viven no pocos ciudadanos, como poder comer carne o pescado cada dos días, mantener una temperatura estable en su casa, disponer o no de un coche… Entre otros elementos determinantes para este complejo escenario, habló del desempleo crónico, la temporalidad del empleo o la precariedad laboral de nuestro país: “Hasta dos millones de personas, aun teniendo un trabajo, no les permite salir de la pobreza”.

“La vivienda es el elemento que desequilibra la ecuación y desajusta las cuentas familiares”, alertó la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro. “Una vivienda digna no solo consiste en pagar el alquiler sino pagar el gas o la luz”, alertó la responsable de la plataforma social de la Iglesia, que llegó a afirmar que “el derecho a la vivienda es inexistente para un gran número de familias”.

Vivienda digna y adecuada

“En España hay 26 millones de viviendas pero en nuestro modelo prima no para tener un techo digno y adecuado, sino como un instrumento para enriquecerse. Esta concepción nunca debería estar por encima del derecho a que toda persona tenga una vivienda digna y adecuada”, puso sobre la mesa el investigador de Cáritas Española, que confirmó que España solo cuenta con un 2% de viviendas sociales, mientras la media europea está en torno a un 9%.

Ante este escenario alarmante, desde Cáritas y la Fundación Foessa realizan varias propuestas para mejorar el equilibrio financiero de los hogares. Entre estas propuestas, se plantea ampliar el número de viviendas sociales en alquiler, así como incrementar el número de viviendas de emergencia. En paralelo, la plataforma eclesial también reclama planificar y coordinar políticas de empleo para los colectivos con un acceso más complicado al mercado laboral, así como reducir la temporalidad en los contratos y la parcialidad en las jornadas, además de reclamar una mejora de los salarios. Entre los colectivos más castigados, Cáritas propone cambios legislativos para que las trabajadoras del hogar alcancen una equiparación plena de derechos laborales. Además, desde la ong se reclama una garantía de ingresos mínimos con cobertura suficiente.

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