Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

La Iglesia es la mayor fuerza global de democratización


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El 38% de los países no son democracias y, en ellos, vive el 43% del conjunto de la población mundial. Son datos del último informe publicado por el Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA). Muchas de esas dictaduras prosperan como capitalismo de Estado: en el nuevo modelo de dictadura, la oligarquía se convierte en plutocracia con todos los poderes para perseguir y matar.



El modelo ha tomado una parte del planeta sin expectativas de cambio y la comunidad internacional hace tiempo que dejó de ser comunidad, después de un breve intervalo de esperanza.

Sueños rotos

Hubo un tiempo en el que la humanidad tenía la sensación de que avanzaba lenta, pero de forma optimista, hacia el progreso. Uno de los signos más importantes era que en el mundo iban desapareciendo las dictaduras y florecían nuevas democracias. Hace tres décadas que eso dejó de ser así.

‘Fratelli Tutti’ nos recuerda las sombras que se han extendido sobre nosotros en los últimos tiempos y que hemos perdido la línea ascendente de mejora del planeta, ese horizonte que nos parecía alcanzable en el año 2000, en el 2020, en el 2030 y que ahora ya apunta al siglo XXII. Nuestros sueños, dice el Papa, “se rompen en pedazos”.

En ese tenebroso mundo dictatorial, la Iglesia está siendo la mayor fuerza global de democratización. Lo hace regenerando desde dentro el espíritu del pueblo y el capital moral del país, convocando a la reconciliación, uniéndose a las víctimas, creando justicia social y sociedad civil, defendiendo los derechos y libertades, sufriendo persecución, solidarizando a la comunidad internacional, dando la educación que trae democracia.

Se puede constatar en las recientes movilizaciones de Cuba. Más que nunca, se nos convoca a ser constructores inequívocos de democracia y a tener la mirada de la ciudadanía planetaria.

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